Con un golazo de Patricio Toranzo de tiro libre, el Globo le ganó 1-0 al Ciclón en Parque Patricios. El equipo de Bauza, que terminó con nueve por las expulsiones de Buffarini y Caruzzo, llevaba 13 partidos sin derrotas y puede perder la punta con Boca.
En parque Patricios, Huracán y San Lorenzo se volvieron a ver las caras. En situaciones casi opuestas, con el Globo intentando resurgir luego del ciclo de Néstor Apuzzo que lo dejó penando con los Promedios y un buen arranque de Eduardo Domínguez en el banco; y el Ciclón puntero, con el envión del triunfo agónico ante Boca.
El local arrancó mejor y dominó el trámite en la primera mitad. Con Federico Vismara copando el medio, Patricio Toranzo sin puesto fijo para administrar el juego y con los delanteros muy participativos: Cristian Espinoza por la banda derecha, lo preocupaba a Emmanuel Mas, atacaba por ese sector y al mismo tiempo no lo dejaba subir. Mientras que Ramón Abila dominaba el frente de ataque, pivoteando y girando. Wanchope fue un peligro y casi abre la cuenta con un golazo.
A los 22, recibió en el segundo palo un centro desde la derecha de Espinoza y sacó una tijera espectacular que picó y se estrelló en el travesaño.
Huracán era superior, pero San Lorenzo, como lo demostró a lo largo de todo el torneo, no necesita de mucho dominio para llegar a fondo y ponerse en ventaja. Le bastó con una buena combinación por izquierda entre Sebastián Blanco y Villalba, que desbordó y sacó un zurdazo fuerte que también dio en el travesaño.
En el segundo tiempo se mantuvo la tónica. San Lorenzo no salió de su trinchera y apostó a una contra que nunca llegó. Ni siquiera contó con un error rival, como frente a Boca y se fue del Ducó sin chances claras en el segundo tiempo.
El 1-0 descontroló a San Lorenzo que enseguida se quedó con dos menos por un patadón de Buffarini y la segunda amarilla a Caruzzo. El Ciclón se fue con gusto a poco. Como tantas otras veces quedó en deuda desde el juego y en este caso tampoco tuvo la posibilidad de concretar en ataque y seguir sumando. Salió a esperar, apostó a la contra, lo pagó caro y ahora dejó la cima de la tabla en juego.
Para Huracán es tiempo de festejar. Un desahogo enorme para dejar atrás la calculadora y empezar a pensar en grande, con la Copa Sudamericana en el horizonte. (www.caraycecaonline.com.ar)