Ramón Allan Bogado, uno de los acusados por Alberto Nisman en la denuncia por supuesto encubrimiento a Irán en la causa AMIA, admitió que era un «agente inorgánico» de la ex SIDE, tal como sostuvo Nisman en su presentación contra la Presidenta.
Buenos Aires, 14 de setiembre.(caraycecaonline) Ramón Allan Bogado, uno de los acusados por Alberto Nisman en la denuncia por supuesto encubrimiento a Irán en la causa AMIA, rompió el silencio. El hombre que el Gobierno dijo desconocer como integrante de los servicios de inteligencia admitió que era un «agente inorgánico» de la ex SIDE, tal como sostuvo Nisman en su presentación contra la Presidenta.
Bogado concedió una entrevista al periodista Facundo Pastor para su nuevo libro Nisman, ¿Crimen o suicidio? ¿Héroe o espía?, de la editorial Margen Izquierdo, que saldrá a la venta en la próxima semana. Según el anticipo del libro , Bogado reconoció que se «infiltró» en la comunidad islámica argentina y dijo que el ex titular de la UFI-AMIA «se comió una operación» del poderoso ex espía Antonio Jaime Stiuso .
«Nisman tenía razón en algo. Yo era el infiltrado en la comunidad, eso era cierto, pero no para cometer delitos. Lo mío fue una tarea de inteligencia y punto, no una negociación con el régimen iraní para hacer zafar a los sospechosos del atentado», afirmó.
Desde que Nisman hizo su presentación, que luego fue descartada por la Justicia, el Gobierno se encargó de negar que Bogado, de 44 años, haya sido un agente de inteligencia. Sin embargo, Bogado admitió que actuaba «como un agente inorgánico» y que mantuvo contactos con Khalil. De acuerdo a las escuchas telefónicas presentadas por Nisman, Khalil pasaba la información que recibía del espía al ex agregado cultural de la embajada de Irán en la Argentina, Mohsen Rabbani.
«Yo fui un agente infiltrado en la comunidad [islámica]. Hicimos una infiltración importante porque descubrimos que había algunos movimientos raros. Era muy difícil llegar a él y yo lo logré. Yo estuve con los siete porongas de la comunidad», afirmó Bogado.
Y reveló cuál era su tarea como «infiltrado» en la comunidad islámica. «Ellos tenían un problema en el ámbito educativo y cultural. Oficialmente, en las escuelas porteñas no se les reconocía a los chicos musulmanes sus días por festividad religiosa. Y yo entré por ahí. Como un facilitador. Khalil es dueño de un colegio muy importante de la comunidad y buscaba operar con algunas autoridades para modificar eso», contó. Y agregó: «Al final, ya se dieron cuenta de que los había infiltrado. Mi función era poder penetrar ahí para ver cómo era el comportamiento de los teléfonos y las redes sociales».
Cuando el periodista le preguntó sobre su intervención en las escuchas telefónicas presentadas por el fiscal en su denuncia, sostuvo: «No hay ningún delito en eso».(www.caraycecaonline.com.ar)