Editoriales

Belleza americana, cianuro y caviar- por J.Avila

Parece claro porqué, cuando era simplemente el cardenal Jorge Bergoglio, los Kirchner buscaban ignorarlo, e incluso lo atacaban constantemente. Ahora, cuando Francisco, mientras deslumbra al mundo con su austeridad y su autoridad moral, Cristina y su amplia comitiva de fin de ciclo, celebran recepciones con caviar en Nueva York, los «éxitos» fallidos que dejan al país sin reservas, decoro, ni dignidad. (por Jorge Avila)

Buenos Aires, 26 de setiembre.(caraycecaonline) El otoño boreal concitó en las últimas semanas la atención del mundo  en lo político y lo espiritual, con la gira del Papa Francisco como epicentro de los fuertes cambios que se producen globalmente.  La Argentina, sin embargo, pese a ser la tierra natal del pontífice, no logra sumarse a una ola de renovación que apunta a mejorar las condiciones y calidad de vida de los pueblos, y mejorar las estrategias económicas y sociales para alcanzar un nuevo estilo de convivencia.
Lejos de ello, la presidente suma nuevos aspectos negativos en el eclipse de la era kirchnerista, mostrando su notable dependencia de gestos ambigüos, como el saludo de circunstancias con el Papa en la misa cubana, invitada por Raúl Castro, el heredero de una revolución anacrónica y su regreso apresurado para apuntalar la última etapa de la campaña oficialista de Daniel Scioli, ya incluido en el panteón de los revolucionarios latinoamericanos por su nuevo amigo, el presidente boliviano Evo Morales,  al que acude el gobierno tras el fallido paso de Lula da Silva  para apoyar al tambaleante candidato «nac & pop». El ex presidente brasileño también tuvo un urgente retorno a su país, donde las llamas del escándalo de corrupción de Petrobras y el Senado ya lo alcanzan.
Scioli vivió una etapa de zamarreos diversos, en el último tramo hacia la cita en las urnas del 25 de octubre.  A los fracasos de la estrategia de internacionalizar su campaña, con supuestos logros como el que busca exhibir el gobierno con la declaración de Naciones Unidas sobre nuevas premisas para negociación de deudas externas, que Cristina lleva como bandera a su performance final en la Asamblea del organismo, ha sumado la obscena exhibición de los fracasos de la gestión kirchneristas que afloran sin piedad ante la inminencia del cambio. El discurso triunfalista de la presidente, ante su escuálido auditorio en Nueva York, incursiona nuevamente en la mentira, ya que las políticas de reestructuración de deudas externas tomó como base casos previos al de Argentina, como los de Ghana, Camerún y Turquia, sobre los que en su momento el equipo comandado por el ministro y candidato a diputado porteño, Axel Kicillof, basó su estrategia de dilación en las instancias judiciales. Cabe señalar que todos esos países, sin ningún juez Griesa de por medio, lograron acuerdos que permitieron cancelar los pagos honorablemente, y sin apelaciones a Cortes foráneas.
Pero es en el plano interno, donde Scioli y sus estrategas encuentran los principales inconvenientes que impiden su consolidación para evitar un ballotagge. El derrame de má de un millón de litros de agua con cianuro en la mina Veladero de San Juan,  revela la impunidad que el gobierno de José Luis Gioja, uno de sus principales aliados, le otorgó a la minera canadiense «Barrick Gold» y a sus socios chilenos  en Los Pelambres y El Casposo, afectando aún más la salud de la población y el  ambiente, bastante maltratado durante la gestión kirchnerista. Al desastre de San Juan, se suman los reconocimientos de elevados índices de mortalidad por desnutrición, pobreza e indigencia, del electo gobernador de Chaco, Domingo Peppo, tras su victoria del domingo pasado. También de otros supuestos aliados, como Maurice Closs en Misiones y Juan Manuel Urtubey en Salta. En el plano económico, a la debacle de la deuda externa que deberá afrontar el sucesor que asuma en poco más de setenta días el gobierno, se agrega el desastre productivo y las medidas de último momento como la ley que impedirá la recuperación de los fondos de Anses asignados a empresas del Estado, y los cambios en fondos de inversión decretados por la Comisión Nacional de Valores, en beneficio de algunos empresarios amigos. Una verdadera belleza americana. La lista de desaguisados podría seguir, pero es mejor no gastar pólvora en chimangos.
Como bien dijo el Papa Francisco ante la Asamblea de las Naciones Unidas, para tiempos duros «Los hermanos sean unidos, esa es la ley primera, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera», cita del «Martín Fierro», nuestra obra literaria mayor, cuyos preceptos son raramente seguidos por los argentinos. La presencia del Papa en Cuba, Washington, Nueva York y Filadelfia, da cuenta de la estatura internacional de un líder religioso que aboga por el entendimiento de los pueblos, la búsqueda del humanismo pragmático para resolver las crisis y la responsabilidad empresaria para aportar valores que excedan al mero lucro, como consigna en su última encíclica «Laudato Sí». Parece claro porqué, cuando era simplemente el cardenal Jorge Bergoglio, los Kirchner buscaban ignorarlo, e incluso lo atacaban constantemente. Ahora, mientras deslumbra al mundo con su austeridad y su autoridad moral, Cristina y su amplia comitiva de fin de ciclo, celebran recepciones con caviar en Nueva York, los «éxitos» fallidos que dejan al país sin reservas, decoro, ni dignidad. (www.caraycecaonline.com.ar)
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