El cuestionado proyecto sciolista, naufraga por falta de identidad y consistencia, algo que advierte el peronismo que comienza a replegarse en busca de mejores condiciones para renovar su romance con el poder. (por Jorge Avila
Buenos Aires, 3 de octubre.(caraycecaonline) A solo veintidós días de las elecciones generales, y con el inicio formal de las campañas proselitistas, el escenario electoral muestra sesgos inquietantes aunque conviene no apresurar juicios definitivos ante la fluidez de los ágiles actores de nuestra política vernácula. Como en los libros de Ray Bradbury, revalorizado últimamente por la NASA tras el hallazgo de agua en Marte, todo puede suceder.
El candidato oficialista, Daniel Scioli, además de seguir estancado sin superar el 38 por ciento, se halla bajo fuego cruzado, no sólo de sus adversarios sino de la propia tropa. A las denuncias sobre enriquecimiento ilícito, que desde CyConline fuimos el primer medio en alertar sobre las adulteraciones del gobernador bonaerense en las declaraciones juradas ante el fisco, malamente conjuradas por un juez platense de dudosos antecedentes en la materia, se suma el carácter transitorio atribuido a su improbable mandato por parte de la abuela Carlotto, «Daiana» Conti y el propio candidato a sucederlo en su territorio, «La Morsa». Aníbal que además, sigue con su plan de despenalización del consumo de drogas ilícitas, contrariando al mismo Scioli. El motonauta, tampoco logra hacer pié en los segmentos no peronistas, especialmente luego de su negativa a debatir con el resto de los candidatos, en un hecho histórico que implica avances en la calidad institucional y el reflejo de una sociedad que busca mejorar las condiciones de participación política de la sociedad civil. Los errores de campaña se suman, Scioli sigue patrocinando egresos de jóvenes polícias en formato local, mas cercano a la saga de «Locademias» que a un aporte a la seguridad, habida cuenta que los noveles efectivos, muchas veces terminan disparando sus armas contra el blanco equivocado, incluso sus propios pies, y nadie sabe a ciencia cierta, como enfrentaría una transición complicada como la que propone el kirchnerismo.
El cuestionado proyecto sciolista, naufraga por falta de identidad y consistencia, algo que advierte el peronismo que comienza a replegarse en busca de mejores condiciones para renovar su romance con el poder. En tal sentido, resulta significativo el acercamiento a Mauricio Macri por parte del líder cegetista Hugo Moyano, que se mostró nuevamente junto al candidato de «Cambiemos», en un gesto inusual y que promete repetirse en próximo 8 de octubre con la inauguración del monumento al ex presidente Juan Domingo Perón. Ante un porvernir altamente conflictivo en el plano sindical, el apoyo de Moyano puede ser esencial, máxime considerando el rápido eclipse del gremialista oficial, Antonio Caló, acusado de lavado de dinero en la UOM, y el menguante favor de dirigentes cuestionados como el agente secreto Gerardo Martínez, de la UOCRA. El macrismo busca consolidar su presencia en un ámbito clave, como la provincia de Buenos Aires, proyectando la figura de María Eugenia Vidal, que acrecienta sus expectativas de superar con amplitud su éxito en las PASO, donde resultó la candidata más votada del distrito.
Por su parte, el tigrense Sergio Tomás Massa, regresa a sus inicios como administrador de Anses y ex jefe de Gabinete kirchnerista, y acuerda «sotto voce» incrementar ataques al macrismo, a cambio de la transferencia de votos y caudales, que han comenzado a escasear para los «renovadores». Ante ello, la fuga de dirigentes se acentúa, y la blonda Mónica López encabeza el éxodo abandonando su candidatura al Parlasur. Para qué seguir discutiendo con segundones, si puede arreglar mejor su futuro con el kirchnerismo, sea sciolista o camporista. Hay que ponerse en sus zapatos.
Se consolida de tal modo la perspectiva de ballotagge, pero cada vez son mejores las perspectivas de un recambio que favorezca a la principal coalición opositora. El espectro económico, en tanto, es preocupante y ya sobre la fecha de los comicios, los principales referentes sectoriales advierten que, gane quien gane, será necesario un acuerdo integral para evitar un nuevo caos, aunque en este caso habrá que aceptar una transición consensuada y dispuesta a un trabajo árduo. Es incosistente hablar de gradualismo o «shock» cuando nadie sabe como se pagaran los sueldos y aguinaldos de diciembre, especialmente a los jóvenes de «la Cámpora» refugiados en el Estado y protegidos por un parlamento genuflexo y una justicia sometida.(www.carayceconline.com.ar)
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