Cómo fueron vestidos y quiénes los acompañaron. En qué se destacaron y cuándo se complicaron. Las frases más fuertes.
Propuestas, chicanas, frases, números. El look, el equipo. Lo mejor y lo peor que dejó el debate. Los cinco candidatos. Uno por uno.
MACRI, CON UN LIBRETO CUIDADO PARA NO PERDER TERRENO
El look y el equipo: sin corbata ni aliados. Arribó al Aula Magna de saco azul, camisa blanca y sin corbata, con Juliana Awada. Sólo lo acompañaron macristas: Gabriela Michetti, Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Marcos Peña, Esteban y Patricia Bullrich. No asistieron el radical Ernesto Sanz ni Elisa Carrió, que el sábado estuvieron en Ferro.
La estrategia: propuestas y calma. En tono calmo, se concentró en las propuestas que en las últimas semanas hizo públicas y en preguntas diplomáticas a sus adversarios. Fue más duro contra el Gobierno y las ausencia de Scioli. Le contestó con una chicana a otra de Sergio Massa, para recordar su pasado en el Gobierno.
La escena curiosa: las dos puntas. Antes del bloque final, solo habían regresado al escenario Mauricio Macri y Nicolás del Caño. “Estamos solos Nicolás y yo”, dijo el jefe de Gobierno. “La izquierda y la derecha”, chicaneó el del FIT. Macri, rápido de reflejos, le devolvió: “En un par de debates más, me vas a tirar algún piropo”. Y Del Caño soltó: “Lo dudo”.
El número: 100. Son los días que, prometió Macri, necesitará para descabezar bandas narco en barrios peligrosos.
Lo mejor: gestión porteña. El candidato presidencial de Cambiemos apuntó a resaltar sus logros en ocho años al frente de la Ciudad. Cada vez que pudo, buscó subrayar la responsabilidad ejecutiva que tiene a cargo, para diferenciarse de sus rivales presentes ayer, que por el momento se encuentran cumpliendo tareas parlamentarias.
Lo peor: denuncias en contra. Se limitó a adjudicar a operaciones del kirchnerismo las denuncias contra funcionarios del gobierno porteño o contra el ex candidato a primer diputado nacional por la Provincia, Fernando Niembro, que renunció por las acusaciones recibidas sobre contratos con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Frase 1, el faltazo: «Lamento que Daniel Scioli no esté. Están en problemas para definir quién gobernaría en un eventual gobierno. Si Cristina Kirchner, Zannini, Aníbal Fernández o Daniel Scioli».
Frase 2, plan de vivienda: «Vamos a cumplir el sueño de la vivienda propia para millones de argentinos. Esto no es asistencialismo ni caridad. Para nosotros se trata de una clara cuestión de justicia social».
MASSA Y SU INTENCIÓN DE SACAR VENTAJA CON LAS PROPUESTAS
El look y el equipo: asesores importados. Se presentó con traje oscuro, camisa blanca y corbata a rayas. Fue con sus asesores de comunicación: el peruano Sergio Bendixen y el español Antonio Sola. No estaba Roberto Lavagna, pero sí su vice, Gustavo Sáenz y la fórmula bonaerense, Felipe Solá y Daniel Arroyo.
La estrategia: gabinete «sólido». Insistió en sus propuestas como eje de campaña. Utilizó los espacios de preguntas a sus rivales para plantearles interrogantes vinculados con sus iniciativas y promesas, para resaltar las diferencias. Mencionó a Roberto Lavagna y José de la Sota como pilares de un eventual gabinete “sólido”.
La escena curiosa: un centro inesperado. El equipo de comunicación preparó a Massa para preguntas filosas de Macri, que no llegaron hasta el final. Lo que desorientó al candidato de UNA fue que el jefe porteño le preguntará por su gestión en la ANSeS, justo uno de los puntos fuertes de su carrera, donde estuvo como director ejecutivo por seis años.
El número: 9. Los miles de millones en pesos que, prometió Massa, invertirá en el desarrollo infantil si gana.
Lo mejor: silencio por Scioli. Fue el momento en que Massa desconcertó a todos. “El candidato Scioli nos faltó el respeto a todos no viniendo, fue una burla a la sociedad. Pido que los segundos que me quedan (del tiempo que Scioli disponía) sean de silencio”, dijo. Y se mantuvo callado, actitud que debió imitar el resto de los asistentes, sorprendidos.
Lo peor: ausencias en el Congreso. Del Caño inquirió a Massa si tenía “autoridad moral” para exigir el presentismo a los docentes cuando él había tenido 90 por ciento de ausencias como diputado y nunca habló este año. Sin precisiones, Massa dijo “lamentar que estás mintiendo” y afirmó que “estuvimos en todas las votaciones importantes.
Frase 1, la corrupción. «Hay que hacer un Nunca Más de la corrupción, y deberá ir preso quien tenga que ir, se llame como se llame. Debe haber imprescrptibilidad de los delitos de corrupción».
Frase 2, un ministro de crisis. «Tenemos el mejor equipo. Lo tenemos a Roberto Lavagna, que fue ministro de Economía del mayor progreso de los últimos treinta años. Fue el que sacó al país del desastre».
STOLBIZER, AGUERRIDA, APUNTÓ A LAS FALENCIAS DE SUS RIVALES
El look y el equipo: tailleur y Lousteau. Vestida con un tailleur negro estilo Chanel, estuvo acompañada por Omar Duclós y Gladys Villalba (candidatos a diputados por Buenos Aires), Virginia Linares y el socialista Roy Cortina. Martín Lousteau colaboró con su preparación en la previa, en base a su experiencia de los debates en la Ciudad.
El número: 111. Los policías bonaerenses procesados por narcotráfico, un ejemplo que usó Stolbizer para pegarle a Scioli.
Puntos altos y bajos: pegó de entrada. Se mostró suelta y sólida para desarrollar sus posiciones y golpeó de entrada con preguntas punzantes a Massa y Macri, los rivales que la superan en las encuestas. Pero no enunció tantas propuestas concretas y Del Caño la acorraló por los acuerdos de su espacio con el macrismo en algunas provincias.
La frase, corrupción. «Vivo de la misma manera en que hablo. Me toca competir con candidatos a los que no les cierran las declaraciones juradas. La lucha contra la corrupción no es declamativa».
DEL CAÑO, CON LA OBSESIÓN DE MOSTRARSE DISTINTO
El look y el equipo: faltazo de Altamira. De prolija barba, saco gris y sin corbata, el dirigente del PTS no pudo contar con su aliado Jorge Altamira, a quien venció sorpresivamente en las PASO. En cambio, el PO envió a Marcelo Ramal y Gabriel Solano, que figuran en las listas del frente. También estuvo Myriam Bregman, la vice de Del Caño.
El número: 30. El porcentaje del PBI que propone Del Caño para educación.
Puntos altos y bajos: contra el ajuste. Buscó mostrarse como el único que rechaza el ajuste y le achacó al resto sus alianzas en varias provincias. Habló muchos de los trabajadores y elogió a Cuba por su sistema de salud, sin mencionar las limitaciones políticas del régimen socialista. Seguro al apoyar el aborto libre, tuvo dudas en otros temas.
La frase, nacionalizar. «Necesitamos una salida de fondo: ajustar a los ajustadores, a los 4 mil terratenientes, dueños de la mitad de la Argentina. Nacionalizar esas tierras y el petróleo».
RODRÍGUEZ SAÁ Y LA CONSIGNA DE ESQUIVAR POSIBLES FRICCIONES
El look y el equipo: con toda la parentela. De traje azul noche y corbata celeste, formal. Lo acompañaron su esposa, Gisela Vartalitis, su hermano y candidato a gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá; su hija Feliciana, que es asesora y su compañera de fórmula, Liliana Negre. También el mandatario puntano, Claudio Poggi.
El número: 12. Los millones de pobres que, calculó Saá, hay en el país.
Puntos altos y bajos: el más conciliador. Se mostró conciliador, en acuerdo con muchas de las propuestas dr sus rivales, y criticó a Scioli desde el peronismo, buscando ese voto, y se presentó como un candidato republicano y federal. Apeló a su larga experiencia en debates legislativos y planteó un “acuerdo patriótico” para la Corte.
La frase, acuerdos. «Hemos planteado temas en los que tenemos criterios parecidos. Yo propongo que despues del 25 de octubre hagamos un acuerdo para la Argentina».