Exclusivo. Extracto del libro “Nisman debe Morir”.(por Daniel Santoro)
Buenos Aires, 1 de noviembre.(caraycecaonline) Al tanto del mundo de espionaje en el que tenía que trabajar, Nismandejó «tres memorias externas» con su denuncia por encubrimiento contra Cristina y con más pruebas, por si lo mataban. Una de las copias se la dio a su madre Sara Garfunkel (74 años). Las semanas siguientes a la muerte, la madre del fiscal y su hermana Sandra estaban aterradas. Sara consultó a un abogado porteño que le consiguió una custodia de la Policía Metropolitana mientras que desde el Gobierno Nacional, en vez de protegerlas como testigos, las denunciaron por lavado de dinero a raíz de la cuenta bancaria oculta que Nisman tenía en Nueva York.
Otra de esas memorias fue enviada al exterior, presumiblemente a Israel, reveló una fuente judicial a este autor. Recién se dará a conocer su contenido después de que Cristina deje el poder el 10 de diciembre del 2015 y haya garantías jurídicas de imparcialidad. Nisman reveló a varias personas, entre ellas a un abogado de la colectividad judía —que pidió no ser identificado— que «había guardado más pruebas de su denuncia por encubrimiento en tres lugares distintos». Pero nunca especificó a quiénes les dejó las copias.
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En sectores de la colectividad judía se interpretó que la decisión del juez federal Rodolfo Canicoba Corral de llamar a indagatoria a la madre de Nisman, a su hermana, a Lagomarsino y al empresario Claudio Picón por lavado de dinero a raíz de la cuenta bancaria descubierta en EE.UU., «encubre una forma de presión para que la familia no revele nada sobre el contenido de esas copias». Canicoba tomó esa decisión en agosto del 2015, por pedido del fiscal federal y miembro de «Justicia Legítima», Pedro Zoni, cuando la causa por la muerte de Nisman estaba frenada en la Cámara del Crimen porteña por un pedido de Arroyo Salgado. La ex esposa de Nisman quería quitarle la dirección de la investigación a la fiscal Viviana Fein, pero esta finalmente fue ratificada al frente de la causa.
Para esas fuentes comunitarias, tanto la indagatoriacomo el allanamiento a la casa de la madre de Nisman, además de otras medidas, también están en sintonía con una búsqueda secreta que emprendieron espías del kirchnerismo de esas supuestas pruebas que Nisman no pudo agregar a su denuncia. Del departamento de Le Parc, se secuestró un disco de almacenamiento 500 GB, un celular Samsung, un celular Motorola, una notebook Samsung de 500 GB y una Palm marca HP. Pero falta «un celular que le entregó Stiuso a Nisman antes de su viaje a Europa», con el cual se comunicaba con sus secretarias de confianza. Al igual que «varios pendrives con back ups de las escuchas y otras pruebas» que guardaba el fiscal, revelaron al autor desde el entorno del fiscal muerto.(www.caraycecaonline.com.ar)