Bajo la consigna «Votá con memoria» los camporistas que conducen Télam disfrazan su «campaña del miedo» con la colaboración de un llamado Sitrapren, una organización sindical de la empresa.
Buenos Aires, 11 de né oviembre.(caraycecaonline) El presidente de la agencia Télam de propaganda K, Fabián Rodríguez, de condición «bloguero», dispuso hoy colocar televisores a la entrada de los edificios de la avenida Belgrano y de Bolívar 331 con videos que remiten a la violencia en Plaza de Mayo en diciembre del 2001.
Esta arremetida desesperada la disimula con la fachada que le brinda Luis Lucho Jiménez, titular de un denominado Sindicato de Trabajadores de Prensa (Sitrapren) que sólo existe en Agencia. Difundieron el referido video a los correos de los trabajadores de prensa bajo la consigna»Votá con memoria»
Se podría decir que la junta de el «camporista» Rodríguez y Jiménez, es la junta del «hambre con las ganas de comer». Dos muchachos que, ante el pavor que les provoca la Justicia, apelan a la mentira flagrante, justo en una Agencia periodística. Es decir, por defender sus intereses sectarios, no dudan en perjudicar el bien más preciado del periodismo: la credibilidad.
Claro, lo hacen para atemorizar a los trabajadores , pero en realidad el susto va con ellos ante el rumbo contundente que muestra ya el balotaje.
La oportunidad, no obstante, puede servir para recordar algunos aspectos del colaboracionista Jiménez. Un colaboracionista desde la intervención militar. Reconocido pisador» de facturas, una tarea con la cual durante varios años abultó sus bolsillos. A tal punto que pudo comprar en un restaurante de Puerto Madero en sociedad con Cacho Antonioni, el último presidente de Télam del gobierno menemista. Eso habla del grado de travestismo político de Jiménez.
Ahora, los muchachos de «La Cámpora» junto a su jefatura de Cobranzaas le adjuntaron Jiménez la jefatura de Logística. Toda compra de materiales pasa por su aprobación. Así acontinúan un latrocinio sin precedentes en una Agencia que como Télam se supone que pertenece al Estado, a todos nosotros, y no a un puñado de «militantes» sin historia alguna en la tarea periodística. (www.caraycecaonline.com.ar)