Que vuelva 6-7-8. Pero con una condición: que los gendarmes del modelo que ya fue y que vive aún en ciertos espíritus, sean expuestos sin el subsidio estatal y que lo financie Cristóbal López. En 10 años sólo a la ANSeS le sacaron $600 millones. (por Ricardo Roa)
Buenos Aires,30 de enero.(caraycecaonline) Que vuelva 6-7-8. Que el programa pionero del periodismo canalla de Diego Gvirtz hoy en manos de Cristóbal López tenga otra vez su espacio por la tevé. Claro que con una condición: que los gendarmes del modelo que ya fue y que vive aún en ciertos espíritus sean expuestos sin el subsidio del dinero público.
Que los mantenga el propio Cristóbal López o el dinero del juego de Cristóbal López, uno de los negocios que más creció en la era kirchnerista y al amparo del kirchnerismo. Antes de irse, Néstor le prorrogó hasta 2032 la concesión de los casinos porteños a Cristóbal. Eso sí: lo obligó a que importara más tragamonedas. Obligarlo es una manera de llamar a algo que multiplicó el negocio.
También podrían financiarse con la plata dulce que el Grupo Szpolski acumuló estos años con la respiración asistida de la publicidad estatal y de fondos reservados de la ex SIDE. El problema es que Szpolski quiera arriesgar esa plata.
Y eso es tan dudoso como la posibilidad de que sean sostenidos por Julio De Vido y sus licitaciones o falsas licitaciones. O por los negocios igualmente oscuros del sindicalista de los porteros Víctor Santa María. Pero esos nuevos millonarios del kirchnerismo no se han hecho millonarios justamente para andar rifando ahora sus millones.
Será un gran avance que la financiación de los periodistas policías de los periodistas no recurra a los fondos de los jubilados. Según denunció el ministro Hernán Lombardi, en 2015 la ANSeS le giró a 6-7-8 más de 45 millones de pesos.
En total, para sostener el relato le sacaron a la ANSeS arriba de 600 millones. Y el aporte de la jefatura de gabinete a los medios kirchneristas fue de 2.567 millones. La grieta era una grieta y para algunos era, sobre todo, un gran negocio.
La vergonzosa tarea de agraviar y de acosar a quienes piensan diferente fue muy eficiente para encubrir negociados, ganar dinero entre amigos y amigotes y acallar denuncias de la corrupción.
Ahora que la K no es la letra del poder, Luche y vuelve 6-7-8 podría ser una consigna. Si una vez se apropiaron de la épica de los 70 ¿por qué no podrían apropiarse de la épica de la resistencia peronista de los 60, cuando Perón estaba en el exilio y no podía regresar a la Argentina?
Resucitar 6-7-8 al menos una vez por semana será una victoria para todos. Una victoria para los que adhieren a la grieta. Y también una victoria para quienes no quieren confrontar ni calumniar: servirá para mantener vivo el recuerdo del dogmatismo militante pago de aquellos que crecieron difamando.(www.caraycecaonline.com.ar)