Justicia La ruta del dinero K

Para Fariña los gobiernos K «robaron u$s 120 mil millones»

Fariña durante la nota con TN

» Tras la muerte de Néstor, Cristina se daba cuenta de lo que estaba pasando y no hizo lo que tenía que hacer como funcionaria pública. Ahí tenés la actitud de encubrimiento. Fue completamente omisiva. Pero mientras Néstor estaba vivo, él fue quien manejó todo.

Buenos Aires, 4 de mayo.(caraycecaonline) Ansioso y locuaz como siempre, Leonardo Fariña apila tres atados de cigarrillos sobre la mesa, en un lugar del gran Buenos Aires que no podemos revelar. En una hora y media, enciende dos, tres, varios más, con sus manos de dedos largos y finos, de uñas cortadas al ras. Cuando lo hace, con un temblor leve pero perceptible revela lo que sus palabras escamotean: está muy nervioso. Tiene miedo. Pero también se siente liberado: su confesión ante el juez Casanello, a quien atiborró de nombres, datos y detalles sobre la mecánica de saqueo del Estado a través de “la ruta del dinero K”, alivió su conciencia y fue clave para que el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata concediera su excarcelación en la causa por evasión que lo tuvo preso más de dos años, tras haber aceptado incorporarse al plan de testigos protegidos del ministerio de Justicia.

Esa decisión lo mantiene ahora custodiado y vigilado las 24 horas, y el acceso a él virtualmente imposible. Clarín tuvo que firmar una declaración jurada con la promesa de no revelar el menor detalle sobre el sitio y las condiciones del encuentro.

El ex marido de la vedette Karina Jelinek ratificó el contenido de su indagatoria, consideró que “Cristina tuvo una actitud de encubrir” los negocios que habían tramado su marido y Lázaro Báez y que siguieron durante los ocho años de sus dos gobiernos. Fariña calculó que el monto detraído a los argentinos podía ser equivalente “al PBI de un año, superior a los 100.000 millones de dólares”, y varias veces le aconsejó a Lázaro y Martín Báez que colaboren con la justicia y declaren todo lo que hicieron y lo que saben sobre el origen, el destino y los verdaderos dueños de esa fortuna.

¿Cómo está viviendo tras su declaración indagatoria?

-Estoy tratando de adaptarme a la libertad, me cuesta por las medidas de protección que tienen que tomar conmigo. Pero me tratan muy bien. Todavía no tomé dimensión de lo que pasa, porque no salgo a la calle.

-Usted es el primer arrepentido de la historia en un caso de lavado.

-En realidad no soy arrepentido, sino “imputado colaborador”.

-¿Qué obtuvo a cambio de su declaración?

-Hoy nada, sólo la excarcelación y porque estoy vigilado. Depende de lo que haga el Tribunal de La Plata. Sólo pedí protección para mi papá y mi hijo.

-Hasta ahora, lo que usted declaró se fue chequeando.

-Es lo que va a pasar. Pero hay más. Yo sabía que había 26 boletos de compraventa no declarados, y ahora encontraron más de 90 propiedades nuevas.

Yo estoy reconociendo la comisión de un delito, no estoy haciendo la gran Elaskar. Y pasé dos años en la cárcel. Me hago cargo de mis errores. Yo estuve moralmente bien preso, pero procesalmente mal detenido. Fui parte de un circuito de lavado de dinero. No un actor central, pero así fue. Hice muchas cosas por inexperiencia y por juventud, pero pasé dos años en la cárcel por eso. Ahora me siento tranquilo.

-¿Cuándo se dio cuenta de eso?

-Cuando vi la miseria que es la cárcel. Si mi viejo no me traía la comida yo no podía comer. Yo no le daba mucha bola, pero él me dijo que iba a terminar así. Lo que pasa es que yo no supe escuchar. Imaginate: a los 23 años era la persona de confianza de Lázaro Báez. El era una figura emblematica. Era improbable que aquello se acabara.

-¿Cuánto dinero cree que saqueó al Estado esa red de lavado?

-No era sólo Lázaro, pero agarrá todas las obras públicas y calculá un sobreprecio de 20%. Si tomás todos los negocios que tenían, en doce años, aunque sea un PBI (Producto Bruto Interno) de un año se robaron. 120.000 millones de dólares. Obra pública, energía, petróleo, telecomunicaciones, todo. Sí, seguro. Más de 10.000 millones por año.

-¿Cuándo se decidió a confesar?

-Cuando lo detuvieron a Báez.

-¿Cómo fue?

-Me costó un montón decir la verdad. De hecho cambié tres veces mi declaración, esperé siempre una mano de alguien, me prometieron una cosa y nunca la cumplieron. En un momento, cerca de la elección, me mandaron un emisario para decirme que me iban a ayudar a salir. Y en la desesperación creés cualquier cosa.

-¿Cómo se imagina a Lázaro Báez adentro de la cárcel?

-Depende del grado de presión que tenga de parte del entorno de la ex presidenta. El se vino equivocando durante mucho tiempo, arrastrando a su familia en sus quilombos, como hicimos todos. Pero si a mí me metieron en cana para callarme, a él lo van a querer mantener adentro hasta que no puedan más. Y la cárcel no te cambia en un mes.

-¿Qué le aconsejaría?

-Que colabore. Yo me sentaría a hablar con Martín y con Lázaro, para contarles lo que me pasó a mí. Les aconsejaría que hablen y colaboren con la justicia, porque si no se les va a complicar demasiado. No van a recibir una mano. Les diría que busquen garantías procesales, que busquen protección y que digan las cosas como son. Porque no van a recibir nada de parte de ellos (Cristina y su entorno). Es más, si los pudieran silenciar los van a silenciar. No dudes que Lázaro debe estar recibiendo una presión fuertísima. Y si Báez hace las cosas bien y habla, ellos –Cristina y sus ex funcionarios– quedan completamente jugados. Y a varias personas involucradas en esta historia se nos termina el calvario. Por eso al kirchnerismo le vendría perfecto que a Lázaro le dé un ataque al corazón.

-¿Por qué hablaría Báez?

-Si hace bien las cosas, puede llegar a conseguir una prisión domiciliaria, o un alivio en sus condiciones de detención. Y a los hijos no los molestarían más. Porque él está condenando a la familia a una década de quilombos. No te digo que piense en el apellido, porque lamentablemente cuando hacíamos plata no pensábamos en el apellido. Pensábamos en cuánto tendríamos mañana.

-¿Por qué hasta ahora Báez muestra tanta lealtad hacia Cristina?

-No es lealtad. Es miedo.

-¿Y usted, cuándo fue el momento en el que más miedo tuvo?

-Ahora, después de declarar ante Casanello.

-¿Qué pasó entre Cristina y Lázaro?

-El quiebre empieza en 2011. Cuando Néstor murió Lázaro se quedó con sus cosas, y Cristina pensó que le habían robado.

No hay que buscar cosas raras para refrendar la relación entre ellos. Tras la muerte de Néstor, Cristina se daba cuenta de lo que estaba pasando y no hizo lo que tenía que hacer como funcionaria pública. Ahí tenés la actitud de encubrimiento. Fue completamente omisiva. Pero mientras Néstor estaba vivo, él fue quien manejó todo. Cristina “no sabía”. Pero si sos la presidenta y firmás cosas porque tu marido te lo dice, significa que sabés lo que está pasando pero no te querés meter.

-¿Qué papel tiene Martín Báez?

-Empleado del padre. Portador de apellido. Nada más.

-¿Cuánta plata calcula que había en la bodega de Lázaro que vio?

-Unos 40 millones de dólares.

-¿Y cuánto tenía en total?

-El decía que en líquido tenía unos 5.000 millones de dólares.

-¿Dónde está esa plata ahora?

-En la Argentina. Sé que en diciembre empezaron a hacer fuertes movimientos de dinero hacia Chaco. Siempre tuvieron miedo que los allanaran en Santa Cruz. En el exterior no deben quedar más de 150 millones de dólares. Yo quiero colaborar con la fiscalía en la investigación del reingreso de los fondos que trajo Báez.

-¿Elaskar tiene que estar preso?

-No sé, pero te digo que su particiopación en todo esto es minuscula. No conoce a Báez, y sólo participó de una transferencia de 5 millones de dólares a Estados Unidos. No puede aportar nada.

La cárcel no se la deseo a nadie. Pero sí a los que tienen el poder: a Cristina, a De Vido, y sobre todo a Echegaray.

¿Qué era el “proyecto nacional y popular”?

Un plan sistemático de saqueo de las arcas públicas utilizando particularmente la obra pública.

-¿Usted pensó que esta avalancha judicial podría ocurrir?

-No. Tampoco pensaba que los kirchneristas iban a perder las elecciones. Ese resultado fue una demostración que la gente decía “basta de todo esto”.

¿Le guarda rencor a Lázaro Báez?

No. Durante un año ejerció la función de padre conmigo. Jamás voy a hablar mal de él. Tampoco te voy a negar lo que hicimos, pero él tiene una posibilidad de reivindicarse. Ojalá podamos hacer que Lázaro hable y que esto se termine. Tiene que sacarse el chip de la cabeza de que si no habla y encubre van a venir las manos mágicas y lo van a salvar. La vida de él no vale nada.

¿Cómo terminará esta historia?

Depende de la voluntad que haya. ¿Vos sabés el peso que es para una persona firmar el procesamiento y la detención de una ex presidenta? El juez estuvo bien conmigo. Enseguida mandó a proteger a mi papá, y escuchó mi declaración con total interés. No estoy de acuerdo con su decisión de subir al sistema mi declaración indagatoria pero se ajusta a derecho. Además, también está la sala II de la Cámara Federal. (www.caraycecaonline.com.ar)

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