El ex marido de Karina Jelinek afirma que el empresario K miente y que la misteriosa sociedad suiza no fue más que un vehículo para el lavado de dinero.
Buenos Aires, 15 de mayo.(caraycecaonline)Lázaro Báez da sus últimos pasos hasta la encrucijada en la que deberá optar por uno de dos caminos. Preso desde hace más de un mes, embargado por 100 millones de pesos y con un pedido de inhibición de bienes de 28 de sus empresas y las de sus allegados, desconfiado de las verdaderas intenciones de quienes hasta hoy son su abogados, el zar de la obra pública K analiza y estudia la causa judicial que pesa sobre él y su familia con el ardor de un poseso. Mientras cavila y negocia la posibilidad de convertirse en un «imputado colaborador» que ahogaría de pruebas la tranquilidad de Cristina y Máximo Kirchner, sigue intentado desarticular la cadena de testimonios y documentos que lo ponen el centro de una millonaria maniobra de lavado de dinero. Pero su ex colaborador estrella, Leonardo Fariña, derrumba hoy ese castillo de naipes.
Recordemos: en su declaración escrita ante el juez Casanello, Báez negó cualquier vínculo con la empresa Helvetic Service Group, compradora de la cueva financiera La Rosadita y a través de la cual ingresaron al país 208 millones de pesos que fueron depositados en cuentas de Austral Construcciones, firma insignia de Báez. El empresario justificó ante el juez ese crédito como parte de una remesa para financiar el proyecto de construir dos represas hidroeléctricas sobre el río Santa Cruz, a cuya licitación Austral se presentó en sociedad con un consorcio chino y con la empresa Iecsa, del primo de Mauricio Macri Angelo Calcaterra. «Ni yo ni mi hijo Martín somos ni hemos sido accionistas, di directores, ni apoderados, ni representantes, ni empleados, ni nada que se le parezca, de dicha sociedad», afirmó Lázaro en referencia a Helvetic. Como finalmente el plan de las represas quedó en manos de otras empresas, Austral «es actualmente deudora de Helvetic», explicó el empresario K.
Pero desde su escondite oficial como testigo protegido en la causa, y en exclusiva para Clarín, Fariña echa por tierra esa historia. «Helvetic es una sociedad vehículo que toma notoriedad a raíz de mi salida del grupo. Esta sociedad es la cáscara que compraron y conformaron los señores Daniel Pérez Gadín y Jorge Chueco (contador y abogado de Báez, hoy también presos) para canalizar los activos líquidos que se habían fugado al exterior y para hacerle fronting a la compra de SGI. Como toda sociedad vehículo tiene función de cáscara para ocultar los verdaderos titulares de los activos que contienen; en este caso, Lázaro Báez», concluye.
-¿Cómo podría probar esa afirmación?
-Helvetic no debe tener giro comercial. Este es el primer indicio de que se trata de una sociedad vehículo. Seguramente recibió fondos de las cuentas y sociedades que pertenecían a Báez, como Teegan Inc. (la firma creada en Panamá que reveló Jorge Lanata en Periodismo Para Todos hace tres años), un holding español y cuentas suizas a título personal. Ratifico que cuando llegue la respuesta a los exhortos enviados a Suiza se va a poder corroborar que la cuenta de Helvetic fue capitalizada en parte desde el exterior, con distintos fondos que tenía Báez. Hay que reconstruir esos giros que tienen destino en Helvetic. Y hay que exhortar por Helvetic para corroborar el giro de los 725.000 dólares para la compra de SGI hacia la cuenta de la sociedad Dunamis de Federico Elaskar, para corroborar además la compra de La Rosadita.
-Pero Báez declaró que Helvetic le envió esa plata para presentarse a la licitación de las represas.
-Dudo del respaldo documental de se préstamo. Pero sobre todo, esa transferencia carece de sentido: se hizo en 2012, y el proceso licitatorio para las represas se inició en el segundo semestre de 2013. Un año antes ni siquiera estaba abierta la oferta de pliego para esa obra. Además, ¿a qué se imputan esos 208 millones de pesos? Me parece imperativo chequearlo en los estados contables de Austral. Otra cosa: en 2013, Austral ofertó en la licitación casi veinte mil quinientos millones de pesos. ¿Para qué necesitaría -más aún estando asociada a otras firmas- 208 millones de pesos, que representa menos del 1% del costo total de su oferta? ¿Qué ventaja competitiva aporta ese préstamo para la oferta pública? La respuesta es simple: ninguna. Esto es una clara operación de reciclado de fondos para capitalizar la empresa que nada tiene que ver con las represas.
-En 2013, el abogado Chueco dijo en una entrevista que por su aporte Helvetic había recibido «acciones preferidas» de Austral por un monto fijo más dividendos, y que si la empresa no pagaba Helvetic se transformaría en accionista real de Austral. ¿Esto fue así?
-Para empezar, difiere de lo que ahora declaró Báez ante Casanello. Además, Austral no ganó la licitación para las represas, ¿por qué Helvetic no ejecutó esas acciones preferidas y ahora no es accionista de Austral? Siguiendo ese razonamiento se entendería que Helvetic perdió 208 millones de pesos contra nada. Imposible. Por la variación del dólar, hoy Austral debería desembolsar 495 millones de pesos más intereses, pero hasta donde sé no recibió ejecución alguna por parte de Helvetic. Esta operación es tan poco clara como la supuesta indemnización que recibió Austral por una obra que no se hizo en Belice. Casualmente, el distrito en el que está radicada Teegan Inc.e puede interesar.(www.caraycecaonline.com.ar)
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