El triste y solitario final de uno de los predilectos de la era kirchnerista, se suma al destino carcelario que ya habitan Ricardo Jaime y Lázaro Báez.(por Jorge Avila)
Buenos Aires, 18 de junio.(caraycecaonline) Si alguna posibilidad existia para que las huestes kirchneristas alentaran alguna esperanza de constituírse en una alternativa política en el espectro democrático, las peripecias del ex secretario de Obras Públicas de la Nación, José Francisco López, saltando los muros del convento de Fátima, para ocultar su suculento tesoro, la hizo sucumbir abruptamente. El triste y solitario final de uno de los predilectos de la era kirchnerista, se suma al destino carcelario que ya habitan Ricardo Jaime y Lázaro Báez. Sin embargo, a medida que avanzan las investigaciones y las denuncias en distintas áreas, todo confluye en la certeza que estamos ante un elaborado mecanismo para el latrocinio y depredación de las arcas del Estado. Cuando el «arrepentido» Leonardo Fariña afirmó que los Kirchner se habían quedado con el monto equivalente al Producto Bruto Interno (PBI) de un año en la Argentina, demostró porque abandonó su carrera de contador público en La Plata: le fallaron los cálculos. Era mucho más.
Incluso las débiles argumentaciones del ex ministro Julio De Vido, de quien dependía López, y especialmente las que dio Cristina Kirchner, su mandante y protectora, motivan cuanto menos una inquietante duda sobre los alcances de la cifras de la corrupción.
Pero sin duda, el rocambolesco itinerario de estos personajes, soldados de fortuna del ejército reclutado por la pareja patagónica, reflejan el espíritu de un abyecto modelo de país, que alcanzó prácticamente la suma del poder público, con la sumisión de dirigencias empresariales, sindicales y sociales. ¿ Que nos pasó como sociedad, que dejamos crecer esta atroz bestia, portadora de muerte, desgracia y destrucción ?. López, Jaime, Báez, Milagro Sala y los restantes presidiarios, son la antesala del juicio político a los mentores y convalidantes de esa etapa bestial de sojuzgamiento, de la que ya no hay posibilidad de retorno.
Queda, sin embargo, la colonización idiotizante de los jóvenes, especialmente, que juega todavía como un activo para la fantasía del eterno regreso. Lo expresa Axel Kicillof, cuando afirma «López estaba tirando las bolsas de dinero, como otros lo hacen en paraísos fiscales», o el protozoario cagatintas Hernán Brienza, que se pregunta «¿ este tipo está cavando un pozo para esconder la guita, y no sabe que puede abrir cuentas en Uruguay o Suiza ?». Solo un par de ejemplos del conjunto que afirmaba sobre el video de «La rosadita», que eran simplemente gente, contando dinero. Nuestro dinero, el de todos los argentinos.
La nueva gestión, avalada por el triunfo sobre la saga de canallas, tiene un renovado respaldo en la sociedad que ha decidido cambiar y ya no acepta impunidad, soberbia y cinismo en la cumbre del poder. Esta semana, el Congreso aprobó los proyectos del Gobierno y avanza la reforma previsional de “reparación histórica a los jubilados”. Fueron aprobados los candidatos propuestos para integrar la Corte Suprema de Justicia y comienzan a ser advertidos los efectos del reordenamiento económico con la publicación del Indice de Precios al Consumidor (IPC) real, producido por el INDEC. Si bien la inflación aún es alta, hay una incipiente tendencia descendente, y las proyecciones son más optimistas en materia de inversiones productivas y política monetaria.
No fue magia. La «reina» mostró su obscena desnudez y sus huestes exánimes, siguen buscando explicaciones mientras el pueblo comienza a ver con claridad un destino diverso al que proponen los profetas del odio. No será fácil, ni será pronto. Quizá haya errores para corregir. Pero son otros los nuevos aires, y ya se respira bien. (www.caraycecaonline.com.ar)