En un partidazo, Boca pasó a Lanús por penales y avanza
Copa Argentina
Le ganó 4-2 en la definición, con dos disparos atajados por Sara. Habían igualado 2-2 con goles de Román Martínez y Braghieri para Lanús y Tevez -2- para Boca. Ahora jugará en cuartos de final contra Rosario Central.
Buenos Aires, 28 de setiembre.(caraycecaonline) El partido arrancó caliente, por todo lo que se había hablado en la previa y por los antecedentes de los choques recientes entre ambos equipos. De pierna fuerte. Con una fuerte patada de Román Martínez a Tevez y enseguida llegó la respuesta con un planchazo de Peruzzi a Lautaro Acosta. De esa jugada, cuando apenas iban cuatro minutos, llegó el primero de Lanús: centro con rosca de Maxi Velázquez, la peinó Braghieri (le ganó en el salto a Vergini) en el primer palo y Román Martínez (se despegó de la marca de Centurión) la empujó en el lado opuesto.
Lanús eligió una estrategia menos ofensiva de lo habitual, con Alejandro Silva en lugar de Marcelino Moreno. Y con la ventaja rápida, el partido le encajó perfecto, para esperar agazapado y tirar la contra con sus veloces hombres de ataque. Lautaro Acosta y Miguel Almirón salían lanzados ante cada pelota perdida por Boca en tres cuartos.
¿Y el equipo de Guillermo? Poco y nada. Ricardo Centurión se tiraba demasiado al medio y ahí caía en la trampa del rival. Perdía lo mejor de su juego, la explosión en velocidad, la gambeta larga y era neutralizado por Iván Marcone, que se hacía patrón. Tampoco explotaba las bandas con Pavón y Carlitos Tevez no lograba salir del ruido. En este contexto, Benedetto estaba aislado de sus compañeros, allá arriba como faro de ataque.
Así se terminó un primer tiempo muy pobre de Boca. Y letal de Lanús, que golpeó en la primera que tuvo y luego lo jugó como si fuera una final, haciendo el dos-uno en cada jugada y multiplicando los esfuerzos para ganar los duelos individuales.
Pero en el fútbol, todo puede cambiar de un momento a otro. Y más si está Carlitos Tevez en la cancha. El 10 de Boca, que no había aparecido en la primera parte y que parecía más preocupado por pelear con los rivales que por ponerse al equipo en sus hombros, apareció y puso el 1-1.
La agarró en tres cuartos, encaró en diagonal de la izquierda hacia el centro y sacó un latigazo de esos que son su marca registrada. La clavó contra el palo izquierdo de Monetti y lo gritó con bronca, con furia. Como una descarga necesaria luego de unos días delicados tras la sanción y sus declaraciones.