Buenos Aires, 18 de octubre.(caraycecaonline) El acercamiento entre Argentina y Gran Bretaña manifiesta por detrás una profunda desconfianza. Tras la protesta argentina del viernes último por el ejercicio militar que los británicos están realizando en las aguas de Malvinas, los isleños hicieron circular por las redes y mensajes privados sus propias preocupaciones que igual guardan enormes diferencias con las nacionales.

Ocurre que, sigilosa y discretamente, la Armada Argentina hizo el primer lanzamiento en casi 20 años de misiles MM38 Exocet modernizados. En el Ministerio de Defensa confirmaron la información a Clarín esta mañana pero destacaron que, a diferencia de lo que hacen los británicos en aguas en disputa como las del archipiélago de Malvinas, lo que se hizo desde el país son prácticas en aguas soberanas. De hecho, este diario también pudo saber que el Foreign Office supo de las prácticas argentinas y no protestó.

Los ejercicios fueron realizados en febrero pasado, y la información que hay es escueta. Pero se trató de un lanzamiento de al menos seis misiles contra un buque fuera de servicio, el ARA Ingeniero Juio Krause, en una práctica que tomó cuatro días. Se habría lanzado desde las corbetas A69 clase Drummond y Meko 140 /clase Espora. También debió torpedear el buque el submarino ARA San Juan, para probar un torpedo SST -4. Clarín no pudo determinar aún el sitio dónde se realizó.

Para la vapuleada Armada Argentina, que al igual que las otras fuerzas armadas intentan reequiparse tras años de profundo abandono, el lanzamiento de misiles de febrero es histórico porque además se puso a prueba lo que se llama la “remotorización” de elementos realizada por la empresa estatal Citedef. Esto implicó “la modificación y la mejora de los motores de los sistemas misilísticos italianos SAM Alenia Aspide” y los “franceses SSM MDBA MM38/MM40 Exocet, informó el sitio Defensa.com. Cinco de los seis misiles funcionaron bien, y uno sólo estalló en vuelo.

En ese tren, hay una profunda desconfianza aún entre Argentina y el Reino Unido, que en 2012 impuso un férreo embargo a las ventas de equipamiento militar a este país. En una industria globalizada ello afecta enormemente las compras áreas y marítimas que el Gobierno busca realizar. Afecta incluso a esenciales repuestos para los equipos ya existentes.

Por cierto, informes de inteligencia señalan que el gobierno de Mauricio Macri prepara un presupuesto de US$ 2.000 millones para el Ministerio de Defensa para el período 2017-2019 para que pueda usarlo en los largos pero no concretados planes de reequipamiento militar.(www.caraycecaonline.com.ar)