Vestidas de negro, bajo la lluvia, se manifestaron en grupo o en familia. El reclamo se multiplicó en las principales ciudades del interior. Y llegó hasta el extranjero.
La saña en el asesinato de Lucía Pérez fue el colmo. A esta chica de 16 años la drogaron, la violaron, la empalaron y la dejaron en una guardia simulando una sobredosis diez días atrás. Fue en Mar del Plata, en el mismo momento en que más de 70.000 mujeres se reunían en Rosario tratando de construir otro futuro desde la educación, el diálogo y la lucha. Porque lo que reclaman las mujeres desde hace muchos años es igualdad, equidad. Pero esos reclamos quedan tapados ante la violencia de los golpes y los asesinatos. Hay un femicidio cada 30 horas en Argentina. Hoy mismo hubo uno en Tucumán. Una mujer de 42 años fue asesinada por su ex: la esperó a que saliera del trabajo, le pegó con un palo y la apuñaló dos veces.
Multitudinaria manifestación bajo la consigna #NiUnaMenos en el Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires. (Germán García Adrasti)
“Esto nos atraviesa cotidianamente, no podemos permitirlo más. Estas marchas están muy bien porque visibilizan el conflicto”, dice Larisa, 40 años, empleada del Ministerio de Cultura, productora de teatro, investigadora. Maia, de 7 años, no le suelta la mano. La nena ve la tele, escucha, pregunta. “Es difícil hablar de estos temas con los hijos, pero yo le hablo, le cuento”, dice Larisa. También está su mamá, la abuela, Débora, 63 años, empleada de un banco: “Hay que tomar conciencia. Las mujeres somos las que criamos a los hijos, a los machistas también. Va a llevar tiempo pero tenemos que cambiar las cosas”. Las tres, vestidas de negro, se pierden entre la multitud de este miércoles negro. Ese color ayer pintó labios, rostros, calles y avenidas.
Multitudinaria manifestación bajo la consigna #NiUnaMenos en el Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires. (Germán García Adrasti)
“Un aplauso para nosotras mismas”, dijo una de las organizadoras cuando ya eran más de las siete de la tarde y la plaza eran un enjambre. Para ellas, había 100 mil mujeres, para la Policía, fueron unas 25 mil. Como sea, las mujeres salieron a las calles sin pedir permiso: el paro y la movilización se replicó en varios países latinoamericanos, como México, Chile y Uruguay.
“Estoy acá porque no quiero ni una menos. Debe ser un cambio cultural y de la sociedad. Las mujeres quieren avanzar y los machistas no se lo bancan, están asesinando más que nunca”, dice a Clarín Gustavo Melman con la foto como collar de su hija Natalia, asesinada en Miramar cuando tenía 15 años.
Hoy marcharon maestras, desempleadas, amas de casa, investigadoras. Muchas muy jóvenes. Hubo hombres también, menos, acompañando. El “Ni Una menos, vivas nos queremos” es lo urgente. Como otras consignas que también luchan contra la muerte: “Aborto legal para no morir”, “sin clientes no hay trata”. Por debajo están los reclamos históricos: las mujeres ganan un 27% menos que los varones por el mismo trabajo, el 76% del trabajo no remunerado lo hacen las mujeres. “Estamos de luto pero estamos en lucha”, dijeron las organizadoras de una jornada que estuvo acompañada por más de 50 organizaciones sociales, sindicales y artísticas.
Las organizadoras hablaron desde un escenario montado en la caja de un camión. En la cabina lucía una frase color rosa que enfureció a un grupo que intentó borrarla sin éxito: “Capacidad máxima: 2 putas, 100% mujeriego”. Falta mucho.(www.caraycecaonline.com.ar)