Sin habitar, como muchas de las casas que adquirió Báez los últimos doce años, las mansiones de Pinamar fueron administradas por Fernando Butti -ex contador del empresario K y mano derecha. No generaron ganancias y se sospecha que su compra sería una maniobra de lavado de activos.
Buenos Aires, 16 de noviembre.(caraycecaonline9 Una nueva jornada de allanamientos se realiza sobre un conjunto de propiedades de Lázaro Báez, preso hace siete meses por lavado de dinero. Se trata de las cinco mansiones que adquirió en 2007en una exclusiva zona de Pinamar. El fiscal Guillermo Marijuan ordenó los operativos simultáneos de las suntuosas viviendas valuadas en U$S 1,5 millones, En el procedimiento judicial interviene la División de Delitos Patrimoniales.
Sin habitar, como muchas de las casas que adquirió Báez los últimos doce años, las mansiones de Pinamar que fueron administradas por Fernando Butti -ex contador del empresario K y mano derecha-, son allanadas por la Justicia. No generaron ganancias para la contabilidad del Grupo Austral y, al igual que otros inmuebles, se sospecha que su compra podría responder a una maniobra de lavado de activos.
Durante la temporada 2007-2008 Butti otorgó un poder de administración a Balmoral Propiedades para que se encargue del alquiler de cinco casas: la más barata costaba $ 9.000 y las demás entre $ 11.500 y $ 14.000.
Los fondos integraban la contabilidad de Austral Atlántica, una empresa creada en 2007 en cuyo directorio estaba Báez, su ex contador y Julio Mendoza -presidente de Austral Construcciones-. Esta firma nunca tuvo una sede real donde funcionar ni tuvo movimientos. Incluso nunca renovó tal como la ley exige, sus autoridades.
«Los movimientos contables de las cinco mansiones que Lázaro Báez compró en Pinamar a nombre de Austral Atlántica demuestran que el empresario adquirió los inmuebles no para hacer un negocio inmobiliario, sino para lavar dinero, proveniente de la obra pública», explicó a este medio Silvina Martínez, abogada de la diputada Margarita Stolbizer que pidieron que se investigue la compra de los inmuebles.
La Justicia busca determinar el valor real de estas propiedades y la orden incluye el secuestro de cualquier bien suntuoso y por supuesto, el registro de los lugares. En Goleta Hércules 424 se encuentra una de las más imponentes, de dos plantas en un superficie de 800 metros cuadrados, con madera y ladrillos a la vista, está valuada en unos U$S 350.000. Está completamente abandonada.
Una segunda casa que se incluye en la orden de allanamiento, se encuentra en la calle Libertador 4197, de 200 m2 cubiertos sobre un terreno de 600 metros cuadrados. Tiene un marcado deterioro, humedad en sus paredes externas, paso crecido en su ingreso principal, una glorieta y un gran jardín completamente abandonado.
Una de las propiedades más pequeñas en dimensiones y a nombre del empresario K, se encuentra en Poseidón 449 y muestra signos similares: rotura en los pisos del palier, humedad en las paredes, basura acumulada en los jardines y como las demás propiedades: cortinas cerradas, persianas bajas.
En Troya 783 Báez tiene otra propiedad de dos plantas y con una particularidad: es la única que tiene pileta, pero sin mantenimiento y agua en total descomposición. Esta casa de ladrillos a la vista y detalles en madera, es una de las más grandes de todas los inmuebles que compró en Pinamar el empresario preso hace siete meses. En 2007 fue alquilada durante la primera quincena de enero por $ 13.500 y la segunda por $ 14.500.
Con una valor superior a los U$S 300.000 se encuentra la quinta y última casa. En la calle Helades 297 se construyó sobre un terreno de 680 metros cuadrados. Con grandes ventanales y de dos plantas, cuenta con un importante garaje. Abandonada como las demás propiedades, integra el listado de inmuebles de Lázaro Báez.
Fernando Butti fue el responsable de comprar estos inmuebles y de entregar su administración a Balmoral. Báez nunca fue a la costa bonaerense y aseguró en su entorno, no conocer estas propiedades. En la temporada 2007 – 2008 según la documentación aportada a la causa, los gastos de mantenimiento fueron de $ 152.000 y los alquileres generaron sólo $ 132.000. La Justicia que atrás de la adquisición de estas propiedades, exista una maniobra de lavado de dinero.
Las facturas de servicios de estas casas tienen un mismo domicilio:Pasaje Carabelas 241 la histórica sede de Austral Construcciones, la firma insignia que se ganó U$S 2.200 millones en contratos viales durante el gobierno kirchnerista.(www.caraycecaonline.com.ar)