El Frente para la Victoria votó dividido. El Gobierno confía en que será una herramienta para impulsar la obra pública.
Buenos Aires, 16 de noviembre.(caraycecaonline) Finalmente ayer el Senado sancionó la Ley de Participación Pública Privada (PPP), iniciativa que crea un nuevo régimen para inversiones en obra pública y que era reclamada por el propio Mauricio Macri. La ley, que había vuelto al Senado con cerca de una treintena de cambios de Diputados, fue aprobada por 43 votos a favor, 15 en contra y 2 abstenciones.
Una de las notas salientes fue que el Frente para la Victoria votó dividido. El sector mayoritario –más dialoguista– dio apoyo, mientras que ala ultrakirchnerista rechazó el proyecto, al igual que los senadores de centroizquierda.
En la Casa Rosada entienden que a través de este nuevo régimen se podrán captar inversiones extranjeras para concretar grandes obras de infraestructura. El flamante régimen habilita a un privado a financiarse para la construcción de una obra y que, finalizada la misma, recupere la inversión. Un ejemplo podría ser la construcción de una ruta. Una empresa la construye pero después quedaría habilitada a cobrar peaje.
La iniciativa había sufrido 36 modificaciones en el Senado, como la inclusión de controles a cargo de la Auditoría y el acceso de Pymes a los contratos. Había sido aprobada en septiembre por 48 votos a favor y 13 en contra. Pero a posteriori el proyecto se trabó en Diputados, donde el massismo y el FpV votaron en pleno recinto la vuelta a comisión. Luego se le introdujeron más retoques: circunscribir el régimen a obras de envergadura, mayores controles para asegurar la transparencia, inclusión de requisitos ambientales y pautas para que se priorice a las industrias nacionales. Por pedido de la CGT, se agregó además la obligación de que los bienes y servicios contratados para las obras tengan, como límite, un 33% de componente nacional.
Los cambios introducidos por los diputados estuvo presente en los discursos de varios senadores. “Fue más maquillaje que otra cosa. El trabajo que se hizo en el senado fue excelente”, destacó la radical tucumana Silvia Elías de Pérez. El líder del FpV, Miguel Ángel Pichetto, agregó: “La ley había salido bien del Senado. Era un buen proyecto, tenía controles. No podían venir empleos precarizados ni trabajadores de la construcción de otras nacionalidades. Defiendo la tarea que hicimos, pero bienvenidas las reformas”.
La defensa de la iniciativa estuvo a cargo de un opositor: Carlos Camau Espínola (FpV-Corrientes), titular de la Comisión de Infraestructura. “Que la ley sea una herramienta fundamental de inversión para generar obras de infraestructura”, planteó. El radical Julio Cobos sumó: “En un país con de déficit energético, habitacional y de caminos es bienvenido todo lo que pueda surgir de la creatividad y con la seguridad necesaria”. Uno de los más críticos, Fernando Solanas, dijo que “es una ley de la derrota nacional, estamos de nuevo ratificando el Estado re-bobo, que se endeuda y se queda sin defensa ni beneficios, sólo con daños y deudas”.(www.caraycecaonline.com.ar)