Un alto comandante iraní dice que el poder defensivo de Irán y sus capacidades de misiles están destinados a aumentar su poder disuasivo.
Buenos Aires, 25 de febrero.(caraycecaonline) Alto mando militar de Iràn advierto que su paìs està preparado para responder a eventuales ataques extranjeros.
«Confiamos en que la capacidad misilística de Irán tiene un efecto disuasivo y si los enemigos de la Revolución (Islámica) llevan a cabo un acto de locura, la nación iraní les dará una bofetada», afirmó hoy el jefe de Relaciones Públicas del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI), el general de brigada Ramezan Sharif.
Recordó que el país persa inició el fortalecimiento de su poder defensivo desde la época de la Defensa Sagrada —Guerra impuesta por el exrégimen baasista de Irak contra Irán entre 1980-88—, y agregó que ahora está decidido a continuar impulsando sus capacidades de misiles con sabiduría.
Confiamos en que la capacidad misilística de Irán tiene un efecto disuasivo y si los enemigos de la Revolución (Islámica) llevan a cabo un acto de locura, la nación iraní les dará una bofetada», afirmó el jefe de Relaciones Públicas del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI), el general de brigada Ramezan Sharif.
“Sin duda si no fuera por el poderío (militar) de Irán, el enemigo nunca se sentaría a la mesa de diálogo con nosotros”, subrayó el general Sharif en alusión a más de dos años de duras conversaciones que resultaron en la firma de un histórico acuerdo nuclear entre Teherán y el Grupo 5+1.
Según el pacto sellado en julio de 2015 entre Irán y el Sexteto (EE.UU., el Reino Unido, Rusia, China y Francia, más Alemania), Teherán aceptó limitar parte de sus actividades nucleares pacíficas a cambio del levantamiento de las sanciones en su contra.
El general Sharif dejó en claro que el pacto nuclear y el programa de misiles de Irán son dos cuestiones totalmente distintas, pese a los intentos de algunos Estados occidentales para vincularlas.
Desde la victoria de la Revolución Islámica (1979), el país persa ha sido blanco de la hostilidad de EE.UU. y sus aliados occidentales por su poderío militar y su programa de misiles, entre otras cosas.
Nada más llegar al poder, el nuevo Gobierno estadounidense intensificó esa histórica enemistad contra Irán con la imposición de nuevas sanciones al país persa por el test de un misil balístico en el mes de enero.
La Administración de Donald Trump acusó a Teherán de violar la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (que ratificó el pacto nuclear), y le advirtió de que lo ponía ‘bajo aviso’.
La Resolución 2231 pide a Irán que no emprenda ninguna actividad relacionada con misiles «diseñados para transportar armas nucleares. A su vez, las autoridades persas rechazan la acusación y aseguran que el diseño de sus misiles no contempla portar cabezas nucleares.
De acuerdo con funcionarios persas, el poder militar y el programa de misiles forman parte de la defensa legítima del país, y que la República Islámica no modificará su política defensiva por amenazas de EE.UU. (www.caraycecaonlin.com.ar)
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