Para tener una idea del grave perjuicio a los intereses de los argentinos, la investigación sobre la «Deuda externa ilegítima» consumada por la dictadura de Videla-Marínez de Hoz, según la causa judicial que impulsó el dirigente peronista Alejandro Olmos, habrìa sido de unos 60.000 millones de dólares.
Buenos Aires, 10 de abril.(caraycecaonline) En la Comisión del Tesoro de EEUU estiman que el fraude contra la Argentina consumado por la gestión kirchnerista de Repsol-YPF llega a los 70.000 millones de dólares.
De allí que esta parte de la “bomba” dejada por los gobiernos kirchneristas, pueda ser la más pesada. Pero de eso no hablan ni empresarios, sindicalistas, políticos y ni los grandes medios de prensa,
Para tener una idea del grave perjuicio a los intereses de los argentinos, la investigación sobre la «Deuda externa ilegítima» consumada por la dictadura de Videla-Marínez de Hoz, según la causa judicial que impulsó el dirigente peronista Alejandro Olmos, habrìa sido de unos 60.000 millones de dólares.
Lo expresaron a CyC voceros de ese organismo financiero al opinar que “es la primera vez que una empresa petrolera es vaciada sin un solo tiro, ni ocupación militar, sino con una Pyme como Repsol”.
En este marco, se inscribe la remisión a la Cancillería argentina de parte de la Justicia Federal estadounidense, de los datos de la investigación que permitió comprobar la falsificación de los balances y del activo y pasivo de Repsol-YPF, que entre 2007/2015 habían remitido a la Comisión de Valores estadounidense. Se trata de la causa por el perjuicio a inversionistas que adquirieron en 2010 las acciones sobrevaluadas de Repsol-YPF.
La demanda en los tribunales neoyorkinos la llevan abogados del fondo Burford Capital, que había comprado las acciones de la empresa Petersen al quebrar a consecuencia de la expropiación a los españoles de Repsol.
Esa acción judicial se entrelaza con la causa que en la Argentina había iniciado el abogado penalista JorgeVitale, que “bastante quieta” está en manos de los jueces Julián Ercolini y Claudio Bonadio.
El profesional opina que su denuncia “serviría para dejar sin efectos las demandas en Nueva York, al hacer caer la responsabilidad sobre quienes cometieron los delitos y no sobre la Argentina”.
“Porque con esta enorme estafa a los argentinos ,el kirchnerismo pretende tapar la corrupción durante sus gestiones ” subrayó.
Cómo se fraguó el robo bursátil
En diciembre de 2010 la petrolera argentina YPF, entonces controlada por la española Repsol, puso en venta el 17% de su paquete accionario en la bolsa de los EE.UU, valuado en unos 2.500 millones de dólares. La oficina de prensa anunció que la operación buscaba “reducir la exposición de la empresa en Argentina.”
Así Repsol comenzó a publicar datos de una supuesta holgura financiera de YPF y contratos de explotación que la mostraban en uno de sus mayores momentos de pujanza. Incluso se presentó como novedad el hallazgo de nuevos reservorios de gas no convencional en Loma de La Lata –provincia de Neuquén–, que en realidad ya eran conocidos desde hacía años. |
Como parte de esa campaña vendedora la entonces presidenta Cristina Kirchner ante la incorporación del grupo Eskenazi, destacó que “ el management de YPF Argentina ha cambiado sustancialmente a partir de la incorporación de un socio (…) Estamos muy contentos porque esto va a sostener el crecimiento del país”.
Así la acción de YPF en EE.UU, de los 40,99 dólares tocó un pico de 55 dólares el 5 de enero de 2011.
En diciembre de 2010 se había realizado el traspaso del 3,3% de las acciones de YPF que pertenecían a Repsol a través de la bolsa estadounidense, operación en la que el fondo Eton Park Capital Management invirtió a un promedio de 40 dólares por acción.
Otra operación mayor el 23 de marzo de 2011, cuando una emisión de acciones equivalente al 7,67 % del capital de la empresa permitió a Repsol hacerse con 1.057 millones de dólares. La mayoría de los títulos fueron vendidos en el mercado minorista a 41 dólares por papel. En esa ocasión –y a diferencia de otras operaciones– los compradores no solo fueron fondos de inversión sino que también se sumaron ahorristas comunes de EE.UU.
Al finalizar la ronda de ventas Repsol había recolectado casi 2.500 millones de dólares de inversores estadounidenses, y había hecho crecer la cotización de la empresa a un histórico valor de 16.126 millones de dólares, el valor total de su cartera accionaria..
A mediados de 2012, Repsol ya había logrado colocar las acciones en el mercado estadounidense. Entonces, el gobierno de Cristina Kirchner giró 180 grados y comenzó a desnudar la cruda la realidad de la petrolera. Reveló que la compañía presentaba un estado financiero calamitoso, que sus reservas de hidrocarburos estaban casi exhaustas y que los directivos de Repsol habían vaciado la empresa. Y para reforzar la denuncia difundieron el “Informe Mosconi”, detallando la caída de las reservas de petróleo y gas nacionales, que de ser suficientes para abastecer al país durante 17 años disminuido a un horizonte de sólo 5 años.
En consecuencia se desplomaron las acciones Repsol- YPF en la Bolsa de EE.UU y de 42 dólares al momento de su colocación, cayeron a 11 dólares. Hoy trepan ocasionalmente los 16 dólares.
Las víctimas de la estafa perdieron cerca de 1.900 millones de dólares.
Para esto, desde febrero de 2011 las autoridades de Repsol comenzaron A retirar la cotización de sus ADS (American Depositary Shares) de la bolsa de New York. Y se deshicieron discretamente de acciones a la baja a favor de grupos inversores.
El socio de Néstor
Los Eskenazi en el diciembre de 2007 a través de la empresa Petersen S.A.compraron sus primeras acciones de YPF sin aportar un solo dólar, ya que las adquirieron con utilidades futuras.
A instancias del gobierno de Néstor Kirchner, Repsol aceptó firmar un Entendimiento con Petersen para que pasara a integrar el 14,9 % del paquete accionario de YPF, en una operación que incluyó la promesa de inversión por 2.235 millones de dólares. La familia Eskenazi, fue favorecida durante el periodo kirchnerista con jugosos contratos de construcción de obra pública, la concesión de espacios preferenciales para construir centros comerciales y sucesivas facilidades para concretar negocios financieros. Vale decir que, antes de ingresar a YPF, Petersen era una empresa que no tenía peso significativo en el mercado petrolero local.
Su ingreso formalizado el 21 de febrero de 2008, descubrió que Repsol le había prestado 1.015 millones de dólares para concretar la operación y luego otros 670 millones para otra compra hasta obtener el 25,46% accionario.
Incluso, Antonio Brufau –presidente de Repsol– renunció a futuras utilidades a cambio deshacerse de una parte de YPF y de sus correspondientes beneficios y accedió a financiar la llegada de un socio al que, además, le cedió parte del management local de la compañía YPF.
Tal era la irracionalidad del pacto de ingreso del nuevo socio –negociado en persona por el ex presidente Néstor Kirchner– que Repsol aceptó garantizarle a Petersen 850 millones de dividendos para los ejercicios 2008 y 2009, como si hubiera forma de saber cómo evolucionarían las utilidades en los siguientes 24 meses.
El fabuloso vaciamiento
En el año 2006 la Argentina tenía reservas de gas para 17 años. Entonces le vendía a 1 dólar el BTU a una empresa intermediaria vinculada a Repsol, que lo comerciaba a Chile a razón de 20 dólares. Así la empresa comenzó a ser descapitalizada y Repsol a acumular ganancias crecientes y extraordinarias.
Con esta maniobra delictiva las reservas gasíferas redujeron su vida a tan sólo siete años. Sin inversiones en explotación ni en exploración, la Argentina se vio obligada a importar combustibles. Le pagamos a Bolivia 5 dólares el BTU y a Trinidad y Tobago 10 y hasta 15 dólares. Esos mayúsculos sobreprecios que pagó Julio De Vido hicieron que nuestro país durante cinco años despilfarrara unos 14 mil millones de dólares al año.
Paralelamente, el petróleo salía de nuestro país a 12 dólares y la misma empresa intermediaria vinculada a Repsol lo revendía a 40 dólares.
Cobraron un 700% de sobreprecio. Y se llevaron lo que quisieron a simple declaración jurada y con sólo un 30% de ese monto sujetos a retenciones, impuestos y controles. Mientras el 70% restante de esas divisas ni siquiera se rendían en nuestro país y eran de libre disponibilidad.
El fraude al patrimonio de YPF incluyó las acciones de los trabajadores recibidas con la privatización en la década del ‘90. Fue un 14% que pertenecían a los empleados y que fueron vendidas a Repsol a precio vil.a Esa maniobra explica porque el Congreso Nacional Argentino trató el tema de las Propiedades Participadas de Correo Argentino pero eludió debatir las de YPF, ya que estas habían desaparecido. Otro grave despojo a los trabajadores cometidos por el gobierno de Cristina de Kirchner.
Es preciso sumar que, poco antes de finalizar su mandato en 2007, el extinto presidente Néstor Kirchner y el gobernador de Chubut, Mario Das Neves le prorrogaron 40 años la explotación de Cerro Dragón, el mayor yacimiento argentino, a la petrolera Panamerican Energy, que comanda la inglesa British Petroleum asociada con la gigante petrolera china China National Offshore Oil Corporation(CNOOC) y la familia Bulgheroni
Como corolario, numerosos yacimientos de YPF en el exterior fueron transferidos a precio vil, haciéndolos pasar por dividendos activos . Se pagaron dividendos fraguados vía España, Australia y paraísos fiscales. Incrementaron de ese modo la descapitalización de la empresa. Quedó así un pasivo de casi 10.000 millones de dólares.
Sin embargo, al que fue presidente en ese período nefasto para la Argentina, Miguel Galluccio, se le tuvo que pagar a modo de indemnización 70 mllones de dólares. Era el fruto de la contratación que había refrendado la ex presidenta.
Como Kirchner había aceptado que toda disputa judicial fuera dirimida en los tribunales estadounidenses, no se descarta que los Eskenazi pudieran ocultarse tras la demanda del Fondo de Inversión demandante.
Concreto, durante la gestión K la Argentina perdió un 96% de la producción de gas y la mitad de la de petróleo, lo que hizo inevitable la importación por miles de millones de dólares, con enormes sobreprecios que se deduce incrementaron la corrupción sistemática.
La “estatización” de YPF
Al quedar descubierta esta trama, quedó en evidencia que la expropiación de Repsol-YPF representó para la Argentina un grave perjuicio económico-financiero. Hasta los medios españoles dicen que al momento de la expropiación de Repsol la empresa tenía un saldo positivo que no alcanzaba para justificar los fondos que habían llevado al exterior, lo que reveló que los mismos no eran utilidades.
Repsol está sindicada por evasión de impuestos, pero además no tiene sede en España, sino que en sociedad con la British Petroleum tiene 13 filiales en “paraísos fiscales”.
Otros señalamientos la responsabilizan de no respetar el cuidado ambiental como tampoco haber respetado a las comunidades mapuches, tal lo sucedió con los yacimientos Cerro Bandera y Loma de la Lata.
Todo esto está corroborado por el Observatorio de la Deuda en la Globalización (O.D.G.), el observatorio de las Multinacionales en América Latina (O.M.A.L.), Ecologistas en Acción (ALSUR-LAS SEGOVIAS y Associacion Catalava D Engimyeriasense Fronteras (E.S.F.) y miles de españoles que se han expresado en contra de la defensa que hacía Rajoy de esta empresa.
Por eso queda claro que la “expropiación” de Repsol–YPF fue realizada para tapar la fabulosa corrupción cometida con la distribución de 12.000 millones de dólares por utilidades fraguadas, inexistentes.
El valor que tenía la empresa al momento de la expropiación era menor a 4.000 millones y el pasivo que dejó Repsol a ese momento sumó 9.000 millones de dólares. Sin embargo, a el tribunal de tasación dominado por los K, opinó que el precio era correcto.
Comprobado por peritos de la Corte Suprema de Justicia y por una ONG que dirige un conocido perito forense, los balances daban un valor de 2.300 millones de dólares.
La mecánica de la corrupción en la Argentina es similar en todos los casos: el dinero se fugó al exterior, ya que era imposible justificar los montos, por los sobreprecios, los retornos y otros rubros. Pero además ,las causas estuvieron todas planchadas.
La irregularidades así, son tantas y comprobadas, como para haber rescindido el contrato con Repsol por falta de cumplimiento, sin derecho a ninguna indemnización.(www.caraycecaonline.com.ar)