Buenos Aires, 16 de agosto.(caraycecaonline) El escrior Santiago Kovadloff destacó las figuras de Lilita Carrió y María Eugenia Vidal como símbolos de la expresión de tranformación que, en su opinión, representa la mayoría de votos que respalda la política de Cambiemos.
“¿Cuál es el prejuicio que tenemos en torno a nuestra sociedad. Uno es que estaba condenada a la inmovilidad. Una sociedad resignada a que la política sea incapaz de aportarle algo verdaderamente transformador, integrador, cívicamente significativo. Tenía dos opciones. El populismo, que le permitía durar y la otra era implicaba la posibilidad de que los partidos tradicionales, sin llegar al extremo del populismo, pudieran brindarle un panorama previsible y de fracasos mas o menos fáciles de augurar. Nada de eso ha sucedido en esta elección”.

En esta elección ha ganado la expectativa de una transformación y un mensaje muy interesante dirigido a la clase política y es que acá hubo alguien que entendió que cuando en el 2001 la sociedad dijo que se vayan todos, era imprescindible cambiar. Que era imprescindible intentar lo no intentado. En lugar de ello se creyó que sin política no se puede vivir, pero la que puede perdurar es la de siempre. No, Cambiemos”.

“Si el gobierno está esencialmente exigido para llevar adelante un proyecto que reconcilie a la ética con la política, el resto de la dirigencia política fue diagnosticada como una dirigencia que está ante un desafío con el que difícilmente pueda cumplir si no se transforma en esa misma dirección. ¿Qué porvenir tiene el peronismo si insiste en ser un partido oportunista? Que tiende a cambiar para preservar lo mismo. No tiene porvenir“.

“No hay que ni subestimar el mensaje social ni llegar a entender que esta exigencia social está sólo dirigida a un gobierno. Está dirigida a una dirigencia política. Creo que las dos personas que han sabido entender que está dirigida a la dirigencia política fueron Elisa Carrió y María Eugenia Vidal. Esas dos mujeres han entendido algo esencial. Sin credibilidad personal, no se puede tener credibilidad ideológica“.

“¿Qué introducen Carrió y Vidal? La evidencia que tienen muy poca cosa personal que defender. No hay nada de ellas que esté jugado a la altura de un interés ajeno a la idea de la nación. Podemos decir, con un moderado optimismo, que dos seres así los produce también la sociedad y no sólo la historia familiar de cada una de ellas. Los que ignoraban lo que la sociedad estaba pidiendo en la dirigencia político o los análisis político afirmaban que Carrio no tenia porvenir, pero de pronto Carrió representó nociones fundamentales del provenir argentino”.

La Ciudad de Buenos Aires es una ciudad que conoce en que deuda  esta consigo misma. La deuda ética, de estar a la altura de lo que representa como liderazgo cultural de una nación. Y Carrió viene a decirle a Buenos Aires ustedes no están a la altura de ustedes mismos. Ustedes se han divorciado de la ley. Salgamos a defender la ley y defender la constitución y con ella el valor de la política. Y la sociedad la vota. Comprende que no tiene alternativa en el espectro electoral de este momento más que ella. Ella es la alternativa“.

Hay una demanda de federalismo que fue reivindicada por eso que abusivamente llamamos el interior, a menos que con eso queramos significar lo esencial. ¿Qué le viene a decir Vidal a la Provincia? Señores, ustedes corren el mismo riesgo que toda la República Argentina, sumado al tema del hambre, que es el de perder trascendencia cívica y significación social porque se han habituado a votar al pasado es decir la resignación. Logró ser oída porque es la voz misma la de esa provincia la que está hablando y hubo un proceso de autoescucha muy notable”.

“Puede ser que haya habido paridad en los resultados. Pero paridad significa que algo empieza a significar algo nuevo. Paridad significa que lo que hasta ahora no ocurrió, empezó a suceder.
Lo interesante de este cambio es que nosotros nos podamos dar cuenta profundamente, gradualmente que Argentina es un país que puede aprender. Y si puede aprender, en el algún momento será capaz de ahondar su sensibilidad autocrítica. Porque los grandes países no se ufanan de ser grandes sino que aprenden, todo el tiempo, a dejar de ser pequeños“.(www.caraycecaonline.com.ar)