Los chicos la pasaron mal y estaban 2-0 abajo, pero reaccionaron y terminaron 3-2. Así, el equipo dirigido por Diego Placente festejó en San Juan.
Buenos Aires,20. (caraycecaonline)Era historia juzgada. Era derrota. Era dolor. Era una injusticia por todo lo que habían hecho los chicos. Brasil, el mismo Brasil de siempre, ganaba 2-0 y se quedaba con el título. Desde un costado, Diego Placente, en su primera experiencia al frente de la Selección Sub 15, pedía calma, paciencia, transmitía confianza. En la platea, Claudio Tapia, el mismísimo presidente de la AFA, no podía creer lo que veía.
Adentro del campo de juego pasaba algo similar. Al equipo le costaba progresar en el campo. Poco se veía del brillo que los pibes habían mostrado, en semifinales, cuando golearon 4-1 a Perú. Mucho, por su parte, mostraba Brasil. Y les daba la razón a los que lo marcaban como el gran cuco del torneo, el que venía de ganar los seis encuentros que había disputado y había convertido 19 goles.
Amione, de Belgrano, grita su gol, el tercero (Fotoreporter).
Pero, apenas comenzó el segundo tiempo, algo cambió. Por los ingresos de Franco Orozco y Franco Benítez, sí. Pero más que nada porque la actitud ya era otra. Y rápidamente quedaba claro. Primero con el gol de Matías Palacios. Y apenas dos minutos más tarde, con el de Matías Godoy. El partido ya estaba 2 a 2. Y se podía creer.
Contra Brasil, sí, y después de ir abajo por dos goles. Era historia, era dolor, era frustración… Terminó siendo felicidad y un solo grito: ¡Argentina campeón!(www.caraycecaonline.com.a)