Se trata de un porcentaje del aporte del trabajador a la obra social que suma $ 2.300 millones por mes. El gobierno kirchnerista había retenido casi $30.000 millones parar presionar a los sindicatos. Mientras el gobierno de Macri los comenzó a restituir en cuotas.
La iniciativa también incluiría medidas para evitar posibles medidas cautelares que suelen presentar grandes laboratorios ante el requerimiento de medicamentos costosos, no obstante la certificación médica que lo acompañe.
Se trata de unos 2.300 millones de pesos mensuales que el Estado retiene de los aportes de los trabajadores a través de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) para girarle proporcionalmente a las organizaciones gremiales.
Durante el gobierno anterior alrededor de $ 30.000 millones habían sido retenidos para ejercer presión particularmente sobre las conducciones sindicales no kirchneristas. Esa coacción hizo que numerosas obras sociales quedaran al borde de la quiebra, imposibilitadas de atender todos los requerimientos de sus afiliados.
El proyecto de ley en marcha es analizado por técnicos del gobierno en consulta con expertos que forman parte de algunos de los sindicatos más fuertes de la CGT. Incluso acercaron sus conocimientos algunos secretarios generales de gremios que conocen las “trampas” que pueden generarse en obras sociales que quieran utilizar esa plata para otros fines.
Hace meses que el Gobierno manifestó su propósito de tranparentar el manejo de estos importantes fondos en línea con el “cambio cultural” que propone Cambiemos. También en concordancia con el interés oficial de llegar a acuerdos con los grandes sindicatos en reformas conducentes a una mayor competividad laboral.
También fuse descubrieron desmanejos que se cometían en loa sindicatos con esos de los trabajadores que administra el Estado, y que tendrían que tener un único objetivo: mejor asistencia sanitaria para los afiliados sindicales. Sean del gremio que fueran.
“Ahora se va a trabajar en serio para que nadie tenga más beneficios que otro por su poder de imposición al Gobierno”, dijo una de las fuentes que participa de estas negociaciones confideciales.
Hoy, la frase tiene una sola lectura: Moyano ya no estará entre los más beneficiados por la suelta de dinero de la SSS, como solía pasar.
El nuevo plan incluiría un proyecto de ley para crear un nuevo organismo público: la “Agencia de Evaluación de Tecnología Sanitaria”.
Ese ente, que sería integrado por expertos en medicina, técnicos, abogados y científicos, se encargaría de determinar cuándo una obra social deberá recibir el dinero necesario para ayudar en la recuperación de la salud de un paciente que necesita un remedio o un tratamiento costosos. Esta nueva “agencia” serviría para evitar que pueda ser falsificada la existencia de pacientes para recibir esos remedios. Un fraude ya descubierto en varias instituciones para recaudar fondos en forma ilegal. (www.caraycecaonline.com.ar)