El ex presidente falto a la Asamblea Legislativa, pero ese jueves asistió al acto del Grupo Progreso, que reúne a dirigentes «históricos» del radicalismo. Felicitó a los jóvenes que hablaron, entre ellos el titular del Comité Capital y la titular de la JR nacional.
En cambio, esa noche «Chupete», como todavía lo llaman los dirigentes partidarios de su generación, compartió la cena inaugural de la 29ª temporada del Grupo Progreso que alienta el ex diputado José Bielicki y reúne a dirigentes «históricos» de todas las lineas internas del radicalismo.
En el salón Lalín del barrio de Congreso, bastión de la UCR desde los tiempos de auge del alfonsinismo, al que el propio De la Rúa combatió, se codeó con unos 300 militantes, entre ellos varias figuras juveniles que formaron parte de la lista de oradores.
Tal vez seducido por los discursos de la nueva generación, entre los que se destacó el del novel titular del Comité Capital, Guillermo de Maya, llamando a reforzar la identidad radical dentro de Cambiemos, para evitar que el partido sea «absorbido» por el PRO, fue que el ex presidente destacó en su breve saludo al público que «con estos jóvenes el radicalismo tiene asegurado el futuro».
De Maya tiene delante la compleja tarea de armar Cambiemos en la Ciudad en una negociación desigual con el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, quien ya adelantó su voluntad de concederle internas al radical Martín Lousteau, pero mientras tanto lo acosa políticamente para recortarle poder de acción en la Ciudad. Habló de «una actitud patronal» del PRO en el distrito.
De la Rúa también felicitó por su desempeño a la presidenta de la Juventud Radical a nivel nacional, Luciana Rached, quien abrió la lista de oradores antes de la entrada de fiambres y del pollo relleno con papas.
En la mesa principal, De la Rúa se sentó junto a su ex ministro de Obras Públicas, Nicolás Gallo y al presidente de la Convención Nacional de la UCR, Jorge Sappia, otro veterano cordobés de mil batallas. Sappia también habló sobre la necesidad de defender la identidad partidaria dentro de Cambiemos, al igual que Bielicki, quien cerró el acto agradeciendo la imprevista presencia del ex presidente.
En las pocas entrevistas que concedió durante la gestión de Cambiemos, De la Rúa manifestó su apoyo a Mauricio Macri, y en una ocasión aseguró que ambos les habían dejado «una bomba»,en referencia a la herencia recibida por sus respectivos gobiernos. También había dicho que el de Macri «no es un gobierno de ajuste», aunque criticó los tarifazos.
Como en sus contadas apariciones anteriores, se limitó a emitir un saludo. En la cena estaba también otro de sus ex ministros, Héctor Lombardo, además del economista Martín Tetaz, el constitucionalista Félix Loñ, el diplomático Miguel Espeche y los ex legisladores Hernán Rossi, Héctor Gutiérrez y Lucía Alberti, entre otros.
A su vez, Sappia -ex funcionario de la Alianza- reclamó «más espacios de decisión» para la UCR en el Gobierno y Bielicki sostuvo que «es urgente convertir la alianza parlamentaria en una coalición de gobierno», a tono con los reclamos de parte de los referentes nacionales del radicalismo.(www.caraycecaonline.com.ar)