
Presidente Mauricio Macri
Buenos Aires, 26 de mayo.(caraycecaonline)La celebración de la Revolución de Mayo de 1810, coincidió en esta ocasión con una clara divisoria de aguas en la sociedad argentina. Aquellos que jamás comprendieron el verdadero carácter revolucionario de los hechos ocurridos hace 208 años en el plano político, social y económico, intentan reagruparse en torno a concepciones alarmistas, vinculadas a hechos coyunturales y a sus propios intereses. Son los actores de siempre, que arrastran sus séquitos de ignorantes a bordo de micros de dudoso origen, con promesas siempre fallidas. Por su parte, el pueblo festejó el aniversario de aquella emancipación, la primera contra una monarquía en América latina. Y la que abrió el paso a la representación popular de la República consagrando libertades esenciales, llevando a los criollos a desplazar a los intereses foráneos para construir una Nación abierta al libre comercio, hasta entonces monopolizado por las potencias coloniales. Ese fue el verdadero sentir de quienes hicieron el primer capítulo de nuestra historia, laboriosamente forjada por las generaciones posteriores y que permite avizorar nuevos capitulos de lucha y esperanza. Se equivocan aquellos que dudan de la capacidad colectiva de los argentinos en reconocer los valores revolucionarios y confundirlos con falacias como consignas A los del «club del helicóptero» que se juntaron en el Obelisco, habría que avisarles que los esperan para que vuelen a tierras caribeñas donde el dictador Nicolás Maduro acaba de autoelegirse sin importarle la sangría de su país. Eso tendrá su costo, claro, aunque pueden asesorarlos el ex ministro De Vido, y sus amanuenses José Olasagasti, Claudio Uberti y otros, claro que está vez no contarán con el maletin del agente de la CIA, Guido Antonini Wilson. Por suerte, son una patética minoría, como lo revelan en cada aparición pública.
Mientras tanto, la tensión económica después del desguace kirchnerista, ha conseguido erosionar el programa de gobierno. ¿ Esto significa nuevas perspectivas en el horizonte ?.Si, pero nada que le impida a Cambiemos aspirar a mantenerse en el poder hasta 2023. Mientras los alambicados analistas del acontecimiento insisten en ver la definición de las pujas de Monzó y Frigerio con Quintana y Lopetegui Peña, «superministros» y círculos «rojos» entre otros, hay un rumbo ratificado desde el comienzo del ciclo con cinco frentes de acción: 1) el gasto administrativo; 2) el gasto previsional; 3) los planes sociales; 4) los subsidios económicos, principalmente a la energía y el transporte; 5) Las obras públicas e inversiones no prioritarias.
La concreción de las medidas mediante las reformas pendientes permitiría reducir el gasto público en 6% del PBI.
Con esta reducción de gasto se eliminaría el déficit financiero y por lo tanto, dejaría de ser necesario colocar nueva deuda neta. Sólo sería necesario tomar deuda para pagar las amortizaciones de capital.
En términos de porcentaje del PBI la reducción propuesta es menos de la mitad del incremento del gasto público en el período 2003-2015. Los ahorros de provincias, que quedaron favorecidas por el acuerdo fiscal de 2017, deberán ser transferidos a la Nación para complementar su flujo de repago.
Estas cifras no incluyen la venta de edificios y otros activos que quedaran vacantes con la racionalización administrativa. Sería un ingreso por una única vez.
El gasto debe y puede reducirse. Aún estamos a tiempo. Pero en el horizonte, el único garante de este esfuerzo es el gobierno encabezado por Mauricio Macri. Del otro lado, se apilan las grotescas disputas entre Barrionuevo y Gioja, las excentricidades nunca gratuitas de la mala acrtiz y ex presidenta Cristina Kirchner, ahora compelida a dar la cara en tribunales, y otros actores de reparto como Pichetto o Urtubey, cuyas unicas propuestas son volver al pasado. Y ahora, el pueblo sabe de que se trata.(www.caraycecaonline.com.ar)