Como estrategia de recuperación, la empresa señaló que trabaja en un «plan de reducción de costos sin precedentes», que será aplicado «a lo largo de toda la cadena» y que apunta a lograr un ajuste del 30%.(Por: Delfina Torres Cabreros)
Buenos Aires, 11 de agosto.(caraycecaonline) s directivos de la petrolera YPF explicaron hoy, en una conferencia virtual ante inversores extranjeros, que el abrupto freno en la producción por las medidas de confinamiento, la baja en el precio internacional del petróleo y el desplome del consumo interno fueron los principales motivos que llevaron a la empresa estatal a reportar en el segundo trimestre del año una pérdida neta de $85.000 millones.
La presentación fue iniciada por Guillermo Nielsen, presidente de YPF, y continuada por Sergio Affronti, CEO de la empresa, y Alejandro Lew, CFO de la compañía, quienes analizaron el impacto negativo sobre el balance la petrolera de la pandemia de coronavirus y las medidas de aislamiento para evitar su propagación. Sin embargo, aseguraron que la actividad tocó su piso en abril y desde entonces las cifras comenzaron a mostrar cierta recuperación.
Además, anticiparon las medidas adoptadas para iniciar un sendero de recuperación pos pandemia, entre las que se destaca un plan de reducción de costos y de focalización en las unidades de negocio más rentables.
Los números detallados por la empresa evidencian una pérdida neta de $85.000 millones para el segundo trimestre de 2020, que incluye una pérdida neta operativa de $36.000 millones antes de considerar el efecto registrado por el deterioro de valor de activos. Durante este período, y al igual que otras compañías en el mundo, YPF reportó un cargo no recurrente por deterioro de activos (impairment) de gas de $57.000 millones, que se generó principalmente por la caída de los precios tanto a nivel mundial como local.
Respecto de los precios locales, los ejecutivos señalaron que se vieron afectados por el colapso del Brent. Según detallaron, el precio promedio para abril estuvo por debajo de US$20 por barril, aunque destacaron el establecimiento por parte del Gobierno del barril criollo a US$45 en mayo. En relación con el gas natural, señalaron que esperan que mejore a partir del recientemente anunciado Plan Gas 4, un plan de estímulo impulsado por el Ministerio de Desarrollo Productivo.
En lo que respecta al mercado de crudo y combustibles, la contracción en la demanda impactó fuerte en la actividad de YPF. Las ventas de naftas cayeron un 85% en la última semana de marzo y a partir de ese momento fueron repuntando gradualmente, estabilizándose en el mes de julio con una caída de entre 40% y 45%.
En el caso del gasoil, llegó a tocar una desplome máxima del 50% para luego estabilizarse en torno a una caída del 20% en las últimas 10 semanas. Esta baja las ventas, entre otras cosas, afectó los ingresos de la compañía, que alcanzaron los $134 mil millones, un 17% menos que en el segundo trimestre de 2019, en términos nominales.
La producción de hidrocarburos también se vio afectada por esta situación: disminuyó 9% respecto al trimestre anterior y tocó su piso en abril, momento en que la capacidad de producción se ubicó en torno al 47%. Como referencia, la producción de petróleo a nivel país cayó cerca de un 11% en igual período y a nivel mundial la caída fue superior al 15% entre abril y junio.
Según explicaron los voceros de YPF, la caída de la producción tuvo que ver con que la primera decisión de la empresa frente a la expansión de Covid-19 fue «suspender todas las actividades que necesitaban interacción cara a cara, trabajar de manera remota en la medida que fuera posible y disponer guardias mínimas» en los pozos y refinerías.
Como estrategia de recuperación, la empresa señaló que trabaja en un «plan de reducción de costos sin precedentes», que será aplicado «a lo largo de toda la cadena» y que apunta a lograr un ajuste del 30%.
Según se detalló en la conferencia, este plan implica una reducción de salarios que van del 10% al 30% para los trabajadores no sindicalizados y la apertura de un programa de retiros voluntarios. También contempla optimizar la estructura de la compañía «descentralizando operaciones para mejorar las eficiencias», revisar alrededor de 11.000 contratos con los proveedores y discutir condiciones de trabajo con los sindicatos, punto sobre el que -según aseguraron- ya se ha avanzado en las provincias de Mendoza, Santa Cruz y Chubut.
En el mismo sentido, la firma informó que se concentrará en aquellas unidades de negocios que le generan más ingresos a las compañía, lo que podría significar repliegues y desinversión en áreas menos redituables, aunque prefirieron no adelantar detalles en ese sentido.
Por otro lado, los ejecutivos informaron que en el plano financiero se logró durante el mes de julio un canje de deuda exitoso que le permite mejorar su perfil de endeudamiento. «Con todas estas acciones que se van implementando ya se comienzan a ver algunos resultados operativos y financieros que permiten vislumbrar que el momento más crítico de la difícil situación profundizada por el efecto de la pandemia comienza muy lentamente a despejarse», señalaron. (www.caraycecaonline.com.ar)