Buenos Aires, 25 de agosto 2020.(caraycecaonline) El nuevo decreto se suma a la virtual derogación de la ley de economía del conocimiento (que está suspendida a la espera de ser reemplazada por una nueva norma que no avanza en el Senado) y el hostigamiento público a empresarios emblemáticos de la nueva economía, entre muchas otras medidas […]
Buenos Aires, 25 de agosto 2020.(caraycecaonline) El nuevo decreto se suma a la virtual derogación de la ley de economía del conocimiento (que está suspendida a la espera de ser reemplazada por una nueva norma que no avanza en el Senado) y el hostigamiento público a empresarios emblemáticos de la nueva economía, entre muchas otras medidas absurdas como la suspensión de la figura jurídica para emprendedores (las sociedades por acciones simplificadas, SAS) o la limitación de las billeteras electrónicas.
Y finalmente lo más importante: limitar el desarrollo de las comunicaciones no impacta solamente sobre dos o tres grandes empresas, sino sobre el conjunto de la sociedad que, al desincentivarse la inversión y la innovación, tendrá peores servicios en un sector que está en la base del desarrollo.
La única verdadera necesidad y urgencia tal vez haya sido recuperar la iniciativa política -al tradicional estilo kirchnerista- para plantar en la agenda un tema que nadie estaba reclamando y desviar la atención de lo que sí está en la preocupación social: la impunidad y el caos macroeconómico.
Este DNU no traerá ningún beneficio inmediato pero sí muchos perjuicios en el largo plazo. (www.caraycecaonline.com.ar)
* El autor es periodista especializado en telecomunicaciones y coordinador del Centro de Estudios sobre la Convergencia de las Comunicaciones (Convercom)