Ambos países tuvieron estrategias opuestas en el inicio de la pandemia. Argentina quedó entre las 10 naciones con tasas más altas.
El dato aporta al análisis de la evolución de la pandemia porque se trata de países que la enfrentaron, al menos inicialmente, con estrategias bien diferentes.
En la Argentina, la lucha contra el covid-19 se apoyó en una muy temprana, larguísima e inicialmente muy estricta cuarentena. El Reino Unido, en cambio, abrazó en un primer momento la idea de lograr la llamada «inmunidad de rebaño», y recién después de fracasar con ella adoptó medidas de aislamiento social, que siempre estuvieron en una fuerte tensión y se combinaron con otras disposiciones destinadas a proteger la economía.
La Argentina es el país de la cuarentena más larga; el Reino Unido, uno de los que más tardíamente recurrió a ella.
Dice Rodrigo Quiroga, investigador del Conicet que estudia la pandemia, que la comparación sirve para ver la real dimensión de la covid-19 en nuestro país, aun comparándolo con países que en un primer momento fueron señalados por su mal manejo de la enfermedad.
Sin embargo, Quiroga también relativiza los números. «Por cómo están explotando los casos ahora en Europa, es posible que el Reino Unido nos pase a nosotros en poco tiempo en muertes por millón de habitantes», dijo el científico .
La estrategia de la inmunidad colectiva o de rebaño consiste en dejar que las personas con menos predisposición a presentar cuadros severos se infecten y generen así anticuerpos que neutralicen al virus agresor. Se reduce de ese modo el número de personas suceptibles de infectarse y se controla la circulación del virus, con lo que se protege a las personas más vulnerables.
Esa fue la estrategia inicial para enfrentar la covid-19 de primer ministro británico Boris Johnson. Pero el resultado fue un rápido empeoramiento de la situación, con una avalancha de enfermos sobre los hospitales de Londres y cifras de muertos que se abultaban día a día.
Epidemiólogos del Imperial College londinense pronosticaron entonces que de seguir con esa política, se producirían 250.000 muertes. Finalmente, y tras contraer él mismo la enfermedad, el premier decidió cambiar y el 23 de marzo decretó un confinamiento general de la población, aunque escuelas y universidades nunca cerraron.
Cuando se comparan las principales cifras argentinas de la pandemia con las de Gran Bretaña se ve un número total de fallecidos bastante menor en la Argentina: 31.623, contra 46.853 del país europeo.
Mesas de restaurantes sobre la calle Talcahuano entre Marcelo T. de Alvear y Av. Córdoba, en Buenos Aires. Foto Emmanuel Fernández.
Por otra parte, en la cifra de enfermos en estado crítico es la Argentina la que está en peor situación: aquí son cerca de 5.000; mientras que en el Reino Unido no llegan al millar, siempre según los datos recopilados por Worldometer. Esta diferencia ilumina bien los diferentes momentos que recorren uno y otro país: la Argentina todavía presenta un número alto de nuevos casos diarios, aunque en el inicio de una disminución de ellos; mientras que el Reino Unido pasa por un período de fuerte aumento de la cifra de infectados en una segunda oleada pandémica.
Sin embargo, tal vez la diferencia más abultada y llamativa entre ambos países sea la de test de diagnóstico. El Reino Unido realizó 34,4 millones (50,5 cada cien habitantes) y la Argentina 3 millones (6,7 cada cien habitantes).
Esta última comparación, dice Rodrigo Quiroga, sea con el Reino Unido o con otros países europeos, de lo que más habla es de enormes disparidades socioeconómicas antes que de estrategias diferentes. (www.caraycecaonline.com.ar)
LGP