El jefe de Estado dice que no va a ceder con los aumentos. Y blinda a Martín Guzmán en su pulseada con el kirchnerismo.
En rigor, es Soledad Manín, como titular del Enre, quien debe hacerlo.
Se trata de una funcionaria que responde directamente al subsecretario de Energía, Federico Basualdo, el dirigente camporista que el año pasado Guzmán intentó -sin éxito- echar en medio de un acalorado debate por el congelamiento de tarifas que quería garantizar el kirchnerismo.
“Es una decisión que ya tomamos”, considera Fernández según un interlocutor inobjetable que participa de la gira. Aunque los rumores siempre fueron desmentidos, ahora en el Gobierno reconocen por primera vez que está dispuesto a firmar el despido de quien se interponga con la medida que necesita para no tener que aumentar los subsidios energéticos.
El interrogante, ante un escenario en el que Manín se opusiera a firmar los aumentos, tiene que ver con dónde Fernández realizará el corte: ¿en la cabeza, es decir con Basualdo o el secretario de Energía, Darío Martínez, o sólo se quedará en Manín?
Por el momento desde el kirchnerismo no acusan recibo. Tampoco lo hicieron la semana pasada, cuando el secretario de Energía, Darío Martínez, recibió la orden de Alberto F. de hacerse cargo y designar a tres funcionarios suyos para ir a las audiencias: para la de gas, a la subsecretaria de hidrocarburos, Maggie Videla. En la de electricidad, su jefe de gabinete, Guillermo Usandivaras; y en la de segmentación, Santiago López Osornio.
En la charla con Guzmán, Fernández evaluó el abanico de posibilidades de cara a esas audiencias. La condición de “no vinculantes” le da cierto alivio, más allá de las posturas públicas. “Cada uno puede tener la opinión que quiera (sobre los aumentos), pero en esto decido yo”, es el razonamiento del mandatario.(www.caraycecaonline.com.ar)
De esta manera, Fernández hace propio la advertencia que había hecho Guzmán cuando sostuvo que iban a gobernar con los que apoyaban.
Berlín. Enviado Especial