“En la Argentina, desde 2008, los periodistas y dueños de los medios han sido demonizados, perseguidos y amenazados, y la relación entre el Gobierno y los medios de prensa críticos continúa siendo tensa”, detalló Carlos Ponce, director para América Latina de Freedom House para América Latina.
“El Gobierno ha optado por una estrategia de dos vías para controlar a la prensa crítica: primero, a través de la adopción de una ley de medios apuntada a socavar la libertad de prensa a través de la destrucción de los medios de comunicación más populares, del grupo Clarín, y perpetrando ataques directos contra cualquier periodista que critique al Gobierno o investigue la corrupción”, explicó Ponce, que citó el caso de Juan Pablo Suárez (editor del diario on line Ultima Hora), que fue acusado legalmente de “incitación a la violencia”.
“La segunda vía para acorralar al periodismo independiente es a través de los capitalistas amigos del Gobierno que, junto con los medios que son propiedad del Estado, crearon un conglomerado de medios amigo del Gobierno. El caso más notorio es Sergio Szpolski, un magnate de los medios que ahora se postula como uno de los candidatos de la Presidenta Kirchner para ser intendente en la provincia de Buenos Aires”, puntualizó ante el comité de Asuntos Extranjeros del Congreso.
“El clima para la prensa continúa siendo adverso. No hay final para los ataques oficiales y semi-oficiales para aquellos que están comprometidos con la crítica, abuso en el uso de la publicidad oficial, falta de acceso a la información y preferencias regulatoria y administrativa”, sostuvo un informe presentado por la Sociedad Interamericana de Prensa ante el subcomité del Hemisferio Occidental.
“El escenario es crecientemente complejo para la prensa. El descubrimiento del cuerpo del fiscal Alberto Nismasn con una bala en la cabeza el día anterior a que fuera al Congreso a dar detalles sobre una denuncia contra la Presidenta de Argentina movilizó a ciudadanos este año”, marcaron los editores. “El gobierno reaccionó acusando a sectores del poder judicial y los medios de noticias de comprometerse en maniobras de desestabilización política. La Presidenta Cristina Kirchner clamó contra los medios por su cobertura de la marcha de aniversario al mes de la muerte del fiscal, refiriéndose una vez más a la “cadena nacional del odio y pesimismo” y acusando a los diarios Clarín y La Nación de haberse apropiado de Papel Prensa y describiendo la libertad de expresión como un aparente exclusivo privilegio de esos diarios. “La estigmatización y acusación del Gobierno a ciertos medios por informar sobre interrogantes que son incómodos”, sigue vigente, finalizó.(www.caraycecaonline.com.ar)
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