El gobernador sanjuanino actúa como un cipayo al denunciar penalmente a la Universidad que realizó un informe sobre niveles altísimos de contaminación por el derrame de cianuro en los ríos de Jáchal. El Ejecutivo defiende a la Barrick Gold.
Buenos Aires, 9 de octubre.(caraycecaonline) La palabra cipayo, de acuerdo al diccionario, tiene dos acepciones: es un soldado indio de los siglos XVIII y XIX al servicio de Francia, Portugal y Gran Bretaña, o un secuaz a sueldo. Este calificativo parece graficar de cuerpo entero al gobernador kirchnerista de San Juan, José Luis Gioja, quien en lugar de considerar el informe de la Universidad de Cuyo, que advirtió de la grave contaminación que provocó el derrame de cianuro en Jáchal de la empresa Barrick Gold, optó por denunciar a los profesionales que elaboraron el estudio preventivo.
Diego Seguí, abogado de un vecino denunciante de Jáchal, aseguró que la población de esa provincia le reclama al gobernador Gioja que «se ponga del lado de ellos», luego de que la Universidad de Cuyo publicó un informe que acredita que hay «niveles altísimos de contaminación» en el agua del río de la zona.
El conflicto empezó en septiembre, cuando se detectó un derrame de cianuro en la mina Veladero, de la que está a cargo la compañía Barrick Gold. «Todavía la empresa y el gobierno les viene negando a los vecinos el informe del monitoreo que tiene la Barrick del día del hecho, a pesar de haberlo requerido por la Justicia», denunció Seguí.
El abogado sanjuanino aseguró que «la negativa del gobernador pone en riesgo a las poblaciones que hay que auxiliar». El agua del río Jáchal se usa para consumo animal, riego agrícola y, en algunas localidades, para consumo humano.
En tanto, la asambleísta de Jáchal, Agustina Cantoni, en diálogo con Hoy, dijo que “me parece vergonzoso lo que hizo el gobernador al denunciar a la Universidad de Cuyo cuando fue la única que hizo los análisis del agua sin trabajar bajo la presión del gobierno de San Juan. Es lamentable la actitud de Gioja. Acá estamos todos indignados. Confirmamos todas las sospechas que teníamos, cada vez se ve más claro el panorama: la irresponsabilidad de la empresa Barrick Gold y la del gobierno provincial en complicidad con el de la Nación”.
Como anticipó Hoy, un informe de la Universidad Nacional de Cuyo realizado tras el accidente ocurrido en la mina, alerta sobre la presencia de metales pesados peligrosos en el aguapara cualquier tipo de vida en la zona, como arsénico, aluminio, manganeso, boro, cloruros y sulfatos. “Los análisis químicos y microbiológicos de la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO, encargados por la Municipalidad de Jáchal, demuestran la contaminación de la cuenca del río Jáchal con metales pesados en dosis de hasta 14 veces por encima de los valores tolerables según la normativa nacional», dice el documento.
Cuando se niega la realidad
En forma sorprendente, el gobierno de San Juan exigió explicaciones a la Universidad Nacional de Cuyo, a raíz de la difusión de un informe en el que la casa de estudios advirtió que las aguas del río Jáchal estaban contaminadas tras el derrame de cianuro en la mina Veladero.
Gioja confirmó ayer que instruyó al fiscal de Estado, Guillermo De Sanctis, que envíe una carta notarial al rector de la UNCuyo, con sede en Mendoza, para que ratifique o rectifique los términos del informe. «Hicieron pública una información engañosa, dañina y de mala fe. Están intentando dañar al pueblo de esta provincia. Dicen que las aguas del río Jáchal están envenenadas tras el incidente en Veladero, desprestigiando al gobierno de San Juan», sostuvo Gioja.
Asimismo, se interpuso una denuncia penal ante el Ministerio Público Fiscal, a cargo de Eduardo Quattropani, para que investigue si la casa de estudios incurrió en delito. Una buena forma de negar la realidad.
Pedido para que se declare emergencia hídrica
Los senadores nacionales, Magdalena Odarda (Coalición Cívica-ARI) y Fernando Pino Solanas (Proyecto Sur), presentaron un proyecto de ley para que se declare la emergencia hídrica, ambiental y sanitaria en la cuenca del río Jáchal, en la provincia de San Juan, luego del derrame de agua cianurada desde la mina Veladero.
«La mega minería con uso de cianuro y mercurio constituye una actividad que provoca destrucción irreversible del ambiente», señalaron.
El proyecto destaca que la región afectada posee una economía basada en la producción de hortalizas, vides, olivos y explotación ganadera, además de la actividad turística y termal en sus valles.
El derrame sucedió en la mina Veladero, a 370 kilómetros de la ciudad de San Juan, y a 4.000 metros de altura en la cordillera de los Andes. El hecho fue informado el 13 setiembre pasado en la planta y el derrame de cianuro había afectado el lecho de los ríos Blanco, Las Taguas y Malimán, cauces que alimentan la cuenca del río Jáchal. La empresa reconoció que el volumen total de solución asociada con la fuga fue estimado en 1.072 metros cúbicos, cifra que equivale a 1.074.000 litros, un valor bastante superior a los 224 mil litros informados por la compañía en un primer momento.
Gobernados por irresponsables y mentirosos
Fernando Pino Solanas
Especial para Hoy
Lo que pasó en San Juan es la consecuencia de un nivel de mega minería de grandísima escala sin controles donde este modelo utiliza 80 o 100 millones de litros de agua para lavar metales y mezclados con grandes toneladas de cianuro, que entre comillas se hace en piletones de 2 o 3 kilómetros que si bien son forrados se producen filtraciones o quiebres aunque no haya accidentes, y eso va a parar directamente al nacimiento de las aguas hídricas en la cordillera donde allí nacen arroyos – también subterráneos – que luego se convierten en ríos que luego culminan en el océano Atlántico. Los glaciares son los tanques de agua del país – donde además por el calentamiento global los mismos se han reducido un 70%.
Es un hecho de enorme irresponsabilidad de los que permitieron este modelo económico del Banco Mundial en más de 70 países que además financió donde se les permite a las mineras construir esos grandes yacimientos donde además de no pagar casi impuestos no hay control público de lo que se llevan.
Es un sistema de mentiras y complicidades entre la empresa (Barrick Gold), la gobernación y la Secretaría de Minería de la Nación. Primero quisieron hacer creer que se habían derramado 15 mil litros, después 220 mil y resulta que son más de dos o tres millones. Lo que demuestra una vez más que estamos gobernados por irresponsables y mentirosos.(www.caraycecaonline.com.ar)
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