Máximo Kirchner sigue con atención los movimientos de la conducción juvenil. Sospechas de “traición” y apuestas por el futuro de Cristina.
Buenos Aires, 9 de octubre.(carayceconline) “Boludo, me llamó el otro” es la frase a la que recurre Eduardo “Wado” De Pedro cuando tiene que retar a algún dirigente.
“El otro” es ni más ni menos que Máximo Kirchner, el hijo de Cristina, creador de La Cámpora y quien lidera el ala dura contra la “sciolización” de gran parte del oficialismo.
“Wado” De Pedro es junto a Mariano Recalde y Julián Álvarez de los más permeables al cambio que se vive en el kirchnerismo y que es un Daniel Osvaldo Scioli Presidente y no “de transición”.
A esa idea de un Presidente peronista como continuidad de Cristina pero “con poder real” ya se han sumado dirigentes que han defendido con fiereza al kirchnerismo, como Edgardo De Petri o Fernando “Chino” Navarro, a diferencia de una Estela de Carlotto, quien acunó la frase de “la transición a la espera de Cristina”.
Pero el verdadero problema que afronta hoy Máximo es la virtual división de la agrupación que él creo entre los “sciolizados” y los duros, de los que él forma parte junto a Andrés “Cuervo” Larroque. Junto a ellos se muestra, cauteloso, José Ottavis, líder de “Peronismo Kirchnerista”, agrupación periférica de La Cámpora que tiene su armado fundamental en la provincia de Buenos Aires. Ottavis intentó un acercamiento a la juventud bonaerense, más precisamente a Domingo “Mingo” Angelini, ahijado de Scioli y creador de la Juventud de “La Ola Naranja”; pero no tuvo suerte pues los “naranjas” lo quieren lejos por haberle “jugado mal” en los dos últimos años al gobernador,
Los más duros manejan la lógica de “La campaña de la no campaña”. Esto es, la decisión de no participar en la campaña Scioli-Presidente. Hay dos demostraciones cabales de esa estrategia: una, en aquellos municipios donde ellos apuestan a un intendente propio, la propaganda que se ve es con Néstor y Cristina Kirchner y se omite a DOS.
El otro ejemplo es la Ciudad de Buenos Aires, donde la campaña camporista sostiene a Kicillof Diputado, sin mención ni foto alguna del habitante de La Ñata.
Claro que esas directivas no son acatadas por toda la conducción ni por sectores intermedios, quienes ya han manifestado su preocupación por quedarse sin espacios ni nombramientos para sus cuadros militantes en una eventual gestión sciolista.
¿Es este el comienzo de la disgregación de la poderosa fuerza juvenil? No lo es pero claramente La Cámpora está en estado deliberativo ante “la continuidad con cambios” que propone Scioli y quienes auspician una vigilia hasta 2017, a la espera de ver qué hace la eventual futura gestión peronista y con una carta a mano, como es Cristina candidata a Senadora por la provincia de Buenos Aires.
Un poderoso intendente de la provincia de Buenos Aires lo relativiza, luego de verla la semana pasada a la Presidenta: “Cristina está muy tranquila. Con más ganas de estar en Roma, en la FAO, que en el día a día de lo que viene. Daniel va a gobernar tranquilo”.
Pero un bloque de camporistas estará vigilante en Diputados, con Máximo, Kicillof y el propio De Pedro, quien sueña con la Presidencia de la Cámara baja. Tal vez la llegada del hoy gobernador de San Juan, José Luis Gioja, opaque su intención de estar en la línea de sucesión presidencial.(www.caraycecaonline.com)