A través de una misiva, el Pontífice volvió a dar el presente en la cumbre que reúne a líderes y empresarios de todo el mundo. Alertó a que » la cultura del bienestar no nos anestesie».
Roma-(caraycecaonline) «A todos ustedes me dirijo una vez más: ¡No se olviden de los pobres! Este es el principal desafío que tienen ustedes, como líderes en el mundo de los negocios». Por tercera vez desde que fue electo al trono de Pedro, el papa Francisco le envió una carta de fuerte contenido al Foro Económico Mundial de Davos,la reunión mas importante del año de ricos y poderosos del planeta. En la misiva, reclamó a la crema y nata del poder global «abrir su mente y corazón a los pobres», crear nuevos puestos de trabajo como parte ineludible de su servicio al bien común y advirtió sobre «el inquietante aumento de desigualdad».
Al margen de llamar a que «¡no se olviden de los pobres!» a los jefes de Estado -entre los cuales, Mauricio Macri-, ministros y otras autoridades de más de cien países con 1500 magnates y ejecutivos de las compañías más importantes de 25 sectores e industrias que asisten a la tradicional reunión anual en el medio de los Alpes, Francisco también urgió a no permitir nunca que la » cultura del bienestar nos anestesie», volviéndonos incapaces de compadecernos ante los clamores de los otros.
Francisco destacó asimismo que frente a los profundos cambios que marcan esta época, los líderes mundiales se enfrentan al reto de garantizar que la futura «cuarta revolución industrial», resultado de la robótica y de las innovaciones científicas y tecnológicas, no conduzca a la destrucción de la persona humana -remplazada por una máquina sin alma-, o a la transformación de nuestro planeta en un jardín vacío para el disfrute de unos pocos elegidos. «Por el contrario, el momento actual proporciona una valiosa oportunidad para guiar y gobernar el proceso ahora en curso, y construir sociedades inclusivas basadas en el respeto por la dignidad humana, la tolerancia, la compasión y la misericordia», indicó.
«Como he señalado muchas veces, la actividad empresarial es una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos, especialmente si entiende que la creación de puestos de trabajo es parte ineludible de su servicio al bien común», dijo. «Como tal, tiene la responsabilidad de ayudar a superar la compleja crisis de la sociedad y del medio ambiente, y luchar contra la pobreza. Esto hará que sea posible mejorar la precaria condición de vida de millones de personas y cerrar la brecha que da lugar a numerosas injusticias, que erosiona los valores fundamentales de la sociedad, como la igualdad, la justicia y la solidaridad», concluyó.(www.caraycecaonline.com.ar)