Narcotráfico La violencia en México

Asesinaron en México a otra periodista que investigaba a narcos

Sitio donde fue hallado el cuerpo sin vida de la periodista Flores Salazar

La periodista mexicana Anabel Flores Salazar, que hbía sido secuestrada de su casa de Veracruz, apareció asesinada con una bolsa de plástico en su cabeza y los pies y manos atados.

México. (caraycecaonline) El lunes pasado la periodista mexicana Anabel Flores Salazar fue secuestrada a punta de fusil de su casa de Veracruz, por un comando de sicarios encapuchados y vestidos con ropa militar. Al día siguiente apareció asesinada salvajemente, con una bolsa de plástico en su cabeza. El caso sucede a pocas horas de la llegada del papa Francisco al país, e impactó en los mexicanos, envueltos en la espiral de violencia desatada por el narcotráfico.

Flores Salazar tenía 32 años y dos hijos, uno de cuatro y otro recién nacido. Se dedicaba al periodismo policial: trabajaba para El Sol de Orizaba. En la madrugada del lunes, cerca del amanecer, un grupo de hombres armados, con chalecos antibalas y pasamontañas, ingresaron a su casa y la sacaron violentamente. El cadáver de la joven fue hallado en una ruta del vecino Puebla. Estaba semidesnuda, tenía las manos y pies atados, y bolsas de plástico cubrían su cabeza. Según la autopsia, murió por “asfixia mecánica por sofocación”.

Veracruz, al este del país, está copado por el cartel de Los Zetas, una de las organizaciones narcos más violentas que existen. Está integrada por ex militares y policías, y su poderío económico logró seducir a amplios sectores de la política.

El estado vivió varios crímenes resonantes de periodistas, que quedaron impunes. Entre ellos se destaca el de Moisés Sánchez, editor de un semanario regional, quien fue secuestrado y asesinado el año pasado por un grupo de sicarios. También el de Regina Martínez, corresponsal en Veracruz de la revista de investigación Proceso, quien fue acribillada en su casa en 2012. Gregorio Jiménez, otro periodista local, fue asesinado y apareció enterrado en una fosa en 2014.

El año pasado conmocionó al país el caso del reportero gráfico Rubén Espinosa, quien fue masacrado en Ciudad de México, donde se había refugiado después de huir de Veracruz por las amenazas recibidas.

Al menos 15 periodistas han sido asesinados en Veracruz desde que el gobernador Javier Duarte, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), asumió el poder en 2010. Su gobierno es criticado por insinuar que muchos de esos reporteros tenían vínculos con narcotraficantes o fueron víctimas de la delincuencia común. En todo México ya suman 90 los periodistas asesinados en los últimos 15 años, mientras otros 23 aún continúan desaparecidos.

“Las autoridades en Veracruz tienen un historial de denigrar las actividades de los periodistas locales sin proporcionar alguna prueba concreta’’, denunció Carlos Lauría, coordinador del Programa de las Américas del Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Nueva York. “Exhortamos a las autoridades abstenerse de hacer acusaciones infundadas que podrían poner aún en mayor peligro a la prensa de Veracruz”, agregó.

México, según Reporteros Sin Fronteras, es uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas. La entidad considera que los grupos criminales, las autoridades y las fuerzas de seguridad son responsables de esta situación. Esto ocurre en medio de una gran impunidad. En términos generales, en México quedan impunes nueve de cada diez delitos.

De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, uno de cada tres asesinatos de periodistas en América Latina se cometen en México. Más del doble que en Brasil, por ejemplo. Por este motivo, la organización de derechos humanos Aministía Internacional (IA) pidió que el crimen de Flores Salazar sea investigado a fondo. “Sin perder ni un segundo, las autoridades mexicanas deben iniciar una investigación exhaustiva sobre este brutal asesinato”, sostuvo la directora para América del grupo, Erika Guevara-Rosas.

La violencia desatada por las bandas de narcotraficantes se intensificó en los últimos meses en este estado sureño. Las autoridades descubrieron varias matanzas colectivas y fosas comunes. Esta misma semana la policía encontró 14 cadáveres en una estancia ubicada a 50 km del Puerto de Veracruz. La finca se llamaba El Limón y era utilizado por el cartel Jalisco Nueva Generación para asesinar a sus rivales. Al allanar el lugar, los agentes tuvieron un hallazgo espeluznante de varios contenedores donde habrían sido calcinado cuerpos y triturado los restos.

Veracruz, a medio camino en la ruta entre el sureste y la frontera norte, es escenario del enfrentamiento entre diversas bandas criminales, principalmente grandes organizaciones como el cartel del Golfo, Los Zetas y ahora el cartel Jalisco Nueva Generación.(www.caraycecaonline.com.ar)

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