El llamado a indagatoria de Cristina Kirchner, la admisión judicial del homicidio del fiscal Alberto Nisman, y la implosión del peronismo, se enmarcan en un ambiente cargado aún de tensiones en lo económico, y con respuestas sociales erráticas. (por Jorge Avila)
Buenos Aires, 27 de febrero.(caraycecaonline) Mientras los últimos días del febrero bisiesto se desperezan, los signos institucionales comienzan a marcar un rumbo definido, aunque las certezas son escasas en el escenario político de nuestro país, siempre ávido de nuevos interrogantes. El llamado a indagatoria de Cristina Kirchner, la admisión judicial del homicidio del fiscal Alberto Nisman, y la implosión del peronismo, se enmarcan en un ámbiente cargado aún de tensiones en lo económico, y con respuestas sociales erráticas.
Sin duda, la actividad del presidente Mauricio Macri estuvo marcada por una agenda internacional, todavía en curso. La llegada del presidente de Francia, Francois Hollande, puso en evidencia el cambio el cambio de liderazgos que se gestan en la región. La visita, tuvo como principal objetivo reactivar la rica tradición comercial franco-argentina, pero también privilegiar a nuestro país como principal garante de un nuevo acuerdo entre los bloques Mercosur-Unión Europea, demorado desde hace años por las aspiraciones brasileñas de priorizar los tratados bilaterales. La crisis del país vecino, por las investigaciones de corrupción que involucran a Lula da Silva e incluso a la actual presidente Dilma Rouseff, decidieron a los europos a buscar nuevos socios para relanzar un convenio de intercambio económico, que Hollande vino a explorar, y que se cree podría continuar con una próxima visita de la canciller de Alemania, Angela Merkel. Se trata de la búsqueda de un nuevo paradigma. El Viejo Continente, acosado por la crisis de los refugiados, comienza a evidenciar el desgaste de las economías, en especial en el segmento agropecuario y en las industrias alimentarias. Antes de partir, Hollande tuvo que soportar multitudinarias manifestaciones de protesta de productores franceses, por una llamada descentralización fiscal regional, muy similar al leonino régimen de retenciones que implemento el gobierno kirchnerista. Ahora, acompañado por tres gobernadores de la oposición, partió para su primera entrevista con el Papa Francisco, aventando toda suspicacia sobre presuntas disidencias. El Santo Padre, ignorado como arzobispo porteño por las huestes cristinistas, y luego adorado hasta convertirse en motivo de peregrinación al Vaticano por los conversos funcionarios K, tiene una extensa y fluida relación con Macri, quien como jefe de gobierno de Buenos Aires, compartió sus luchas contra el avance narco, la trata y la mitigación de la miseria. El encuentro de Roma, es también el reconocimiento a un nuevo liderazgo espiritual y moral, que se consuma en la búsqueda de tiempos más solidarios, donde la «pobreza cero» no quede en un eslogan, sino que implique trabajar en busca de mejorar la vida de los otros.
Mientras tanto, la reactivación de la causa por la muerte del fiscal Alberto Nisman, recibió un primer dictamen oficial del fiscal de la Cámara del Crimen, Ricardo Sáenz, que afirma que al fiscal lo mataron. El giro permite ahora alentar esperanzas para llegar a los verdaderos autores, materiales e intelectuales. El juez Claudio Bonadío, a su vez, citó a indagatoria a Cristina Kirchner para el próximo 13 de abril, en la causa por venta del llamado «dólar futuro», eufemismo de un desfalco de unos 17 mil millones de dólares a las arcas del Estado. Será el inicio de un extenso desfile de la ex presidente por los Tribunales, que alterarán su bucólico retiro sureño. Mientras el niño Máximo caería nuevamente derrotado en su patética lucha de despachos legislativos, y las huestes camporistas, huyen desflecadas tras su ingrata incursión en el Congreso del PJ. Cercados por la incertidumbre, como el viejo Hamm y su sirviente Clov, de la obra de Beckett, todo indica que el golpe de gracia vendrá con el discurso de apertura de sesiones ante la Asamblea Legislativa, donde Macri, tras poco más de 80 días en el poder, puede exponer las primeras estimaciones sobre el estado en que recibió la Nación, tras doce años de entrega y cínica impostura.(www.caraycecaonline.com.ar)