El valijero de Lázaro Báez dio datos clave durante su larga alocución ante el juez.
Buenos Aires, 10 de abril.(caraycecaonline) Leonardo Fariña, 29 años, padre de un hijo que tuvo con una novia fugaz, divorciado de una de las modelos más deseadas de la Argentina, ex valijero del socio de dos ex presidentes, ex dueño de una Ferrari, preso desde hace dos años por evasión, llegó el viernes a tribunales con todo lo que necesitaba para declarar como imputado en la causa de “La Ruta del Dinero K”.
Chocolates y cigarrillos. Fariña fuma a repetición constante. Y necesita azúcar, aunque no es diabético, para que no le baje la presión. Lo primero que dijo frente al juez de la causa, el doctor Sebastián Casanello, es que pediría declarar amparándose en la figura de “arrepentido”, un recurso que puede utilizarse en juicios de lavado de divisas para intentar obtener beneficios procesales. Argumentó que había tomado esa decisión porque tenía mucha confianza en el fiscal del caso, Guillermo Marijuán.
Fariña, que como imputado tiene el derecho a mentir en su declaración judicial, habló durante más once horas. “Trabajé con Lázaro Báez en un red de lavado de dinero del Estado. La manejaba Néstor Kirchner. Él estaba al tanto de todo, de varias estructuras. Báez, era socio de Néstor y lo es de la ex presidenta Cristina”, dijo, palabras más, palabras menos, según reconstruyó Clarín en base a fuentes de la política y la Justicia.
El impacto que produjo en el juzgado del doctor Casanello la información y el modo como la contó el ex valijero provocó que el magistrado dictara casi de inmediato el secreto de sumario. Fariña no había hablado siquiera una hora cuando el fiscal Marijuán determinó que, con lo que ya había aportado el “arrepentido”, debía imputar por lavado de dinero a la ex presidenta Cristina Kirchner; a su ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; a un financista crucial en el armado de redes societarias y económicas de los K, Ernesto Clarens; y al ex titular del Banco Central y del Nación, Juan Carlos Fábrega.
Fariña había dicho en dos entrevistas con cámara oculta difundidas por el programa PPT, de Jorge Lanata, que Báez y los Kirchner eran socios “en todo”.
“Leo”, como le dicen sus amigos, habría relatado en los tribunales como acompañó a sus ex jefes a una reunión en la Quinta de Olivos, ya con Cristina en la Presidencia, en la que se habría hablado de cuestiones financieras entre socios comerciales. Él habría esperado afuera de la residencia presidencial, en un auto, junto a testigos, a los que mencionó con nombre y apellido.
La versión de Fariña, según fuentes de la Justicia, fue que mantuvo contacto en esos momentos contacto con sus jefes que estaban dentro de Olivos.
Esa operación habría movido alrededor de 350 millones de tres constructoras de los Báez: Kank y Costilla, Sucesión Adelmo Biancalani y Austral Construcciones.
La operación financiera se frustró en benefició de las empresas de los Báez, perjudicando en millones al Estado. Esas compañías constructoras estarían ahora bajo sospecha del juez.
El ex “valijero” dio también detalles a la Justicia de cómo fueron las operaciones que realizó en la financiera SGI, de Federico Elaskar, con quien habría acordado el modo en que sacarían del país alrededor de 55 millones de euros de los Báez por fuera del sistema legal.
Según trascendió, el ex valijero mencionó el nombre de algunos bancos del extranjero que se prestaron para realizar esta maniobra. Y también cómo se hacían esas transferencias.
En otro momento muy tenso de su declaración, Fariña habría nombrado bancos y cuentas internacionales que vinculó a los Baéz y por ende a los Kirchner.