El “dólar futuro”, una operatoria denunciada por diputados opositores que, tras la devaluación, trajo perjuicios al Tesoro Nacional por alrededor de 60 mil millones de pesos.
A las diez de la mañana del miércoles, la doctora Cristina Fernández de Kirchner tiene cita para debutar en Tribunales. No litigará como “abogada exitosa”, según se definió a sí misma: será la primera vez que como ex Presidenta deba declarar en calidad de imputada en una causa judicial por posibles delitos cometidos cuando estaba al frente del Ejecutivo. Podría conseguir algo más de tiempo si la ex mandataria sufre una enfermedad, lo suficientemente grave y comprobable.
Les tocó a Fernando de la Rúa, a Carlos Menem, a Eduardo Duhalde. Ahora es ella la que debe caminar por los pasillos del edificio de Comodoro Py 2002, la sede de los juzgados federales, hasta el piso 3, donde está el despacho del juez que quiere indagarla.
Bonadio la citó en el caso que se conoce como “dólar futuro”, una operatoria denunciada en su momento por diputados opositores que, tras la devaluación, trajo perjuicios al Banco Central por alrededor de 60 mil millones de pesos.
Quienes conocen a Bonadio y tratan con él aseguran que jamás citaría a una ex funcionaria de relevancia como Cristina sin tener antes los elementos necesarios para después dictar su procesamiento.
La doctora Fernández le podría quedar otra opción para retrasar su indagatoria frente al magistrado que más la hizo enojar en los últimos años: alegar que no puede presentarse a declarar por motivos médicos. Si eso pasase, quienes deberían certificar su estado de salud serían médicos forenses que avalarían con su firma esa situación.
Los funcionarios más cercanos al actual Presidente temen que la seguidilla de malas noticias judiciales para la familia Kirchner podrían terminar por generar el escenario perfecto para que Cristina logre “victimizarse” frente a la sociedad.La ex Presidenta debe declarar en calidad de imputada, lo que le brinda el derecho a mentir, en el expediente del “dólar futuro”, una operatoria impuesta por el Banco Central (BCRA), que permitía comprar divisas estadounidenses al precio oficial anterior al 10 de diciembre, alrededor de $ 10, pactando con la entidad una venta de billetes en una fecha determinada, tiempo después. La realidad era distinta: esos dólares comprados de modo legal a cerca de $ 10 podían venderse en otros mercados, de inmediato, a más de $ 15. La hipótesis judicial es que por esa decisión avalada por Cristina, el Banco Central perdió unos US$ 5.800 millones.
La historia se repite y los jueces están acostumbrados a ella: Boudou declaró en indagatoria frente al juez Ariel Lijo con una marcha en la puerta de tribunales a su favor. Fue procesado. El propio Menem también fue indagado por el ex juez Jorge Urso por la causa armas con otra movilización política cantando en su contra en la puerta de Comodoro Py. Incluso algunos militantes del riojano pateaban la puerta del despacho del magistrado mientras el ex mandatario era sometido a indagatoria.
Urso, aquella vez, se levantó, le dijo a Menem que lo respetaba, le leyó los cargos y lo metió preso.
Ahora Cristina Kirchner, declarará por primera vez como imputada en los tribunales federales de la Justicia que intentó “democratizar”.(www.caraycecaonline.com.ar)