Quedó en evidencia, la alienación y el aislamiento de aquellos que han saqueado las arcas del Estado, , así como el rechazo de la sociedad a cínicos oportunistas que enarbolan banderas perimidas, en defensa propia. La citación del juez Claudio Bonadío a la ex presidente, inició una larga serie de citas a los principales responsables de las exacciones que ha sufrido nuestro país en más de una década y motivan la búsqueda de un cambio de rumbo que comienza a dar sus frutos.( por Jorge Avila)
Buenos Aires, 16 de abril.(caraycecaonline) En primer plano, el rostro desencajado de Cristina Kirchner buscando ese «baño de multitudes» que se transformó en una breve ducha de una menguada concurrencia que mostró los mismos repetidos enconos hacia los «enemigos» del proyecto histórico y reivindicativo de los iluminados dirigentes camporistas: la ley y la verdad, es decir el Poder Judicial y la voluntad popular.
Quedó en evidencia, la alienación y el aislamiento de aquellos que han saqueado las arcas del Estado, así como el rechazo de la sociedad a cínicos oportunistas que enarbolan banderas perimidas, en defensa propia. La citación del juez Claudio Bonadío a la ex presidente, inició una larga serie de citas a los principales responsables de las exacciones que ha sufrido nuestro país en más de una década y motivan la búsqueda de un cambio de rumbo que comienza a dar sus frutos.
Bajo la hojarasca marchita del otoño kirchnerista, pueden apreciarse las consecuencias legales y políticas de quienes aún pretenden tomar al pueblo de rehén, en una lucha imaginaria contra conspiraciones inexistentes. La «exitosa abogada» (que tuvo que nombrar a un letrado patrocinante para comprender la gravedad de sus actos), no respondió ante el tribunal porque como todos sus cómplices, pretende estar más allá de la ley. Mientras tanto, a los crímenes que se le imputan (estafas, enriquecimiento ilícito, usurpaciones, y lavado de dinero), se suman ahora la reapertura de los casos «Skanka» y la valija de Alejandro Antonini Wilson. También la aparición de inversiones, en los “papeles de Panamá” ocultos bajo la denominación de Cruz Roja. Son millones de dólares, en todos los casos vinculados al narcotráfico, donde participaron los ex ministros Julio De Vido, Aníbal Fernández, Julio Alak y Jorge Capitanich. Más los funcionarios Héctor Capaccioli, Ricardo Jaime, Claudio Uberti y muchos más, algunos ya capturados y otros en vías de serlo. La saga de muertes y desapariciones que incluye el triple crimen de General Rodríguez, parece extenderse con la desaparición del abogado de Lázaro Báez, Jorge Chueco, tras las revelaciones del «arrepentido» Leo Fariña. Tal es el nivel de esta mafia que todavía pretende acosar a las instituciones democráticas del país.
Existen dos datos concretos que revelan el inexorable final de esta banda ante el accionar de la Justicia. En primer lugar, las respuestas políticas desde el peronismo, que apuesta a una renovación de su conducción excluyendo expresamente al corrupto kirchnerismo. Mientras el gobierno del presidente Macri comienza a cerrar la etapa más crítica del ajuste con la salida de la cesación de pagos y el lanzamiento de nuevas medidas económicas.
Una de las principales noticias de la semana fue la resolución de la Corte de Apelaciones de Nueva York que ratificó la orden del juez Thomas Griesa de levantar las medidas cautelares que impiden a la Argentina pagar a los acreedores de bonos desde la primer orden del juez. A su vez, los fondos que habían aceptado la propuesta de Luis Caputo para resolver el conflicto con fecha límite al 14 de abril dieron visto bueno de que el acuerdo seguirá en pie pasada la fecha, siempre que Argentina realice los pagos acordados. Ahora que Argentina ha removido los obstáculos legales, con la aprobación del Parlamento Nacional, y que Thomas Griesa puede levantar el embargo, nuestro país saldrá a tomar deuda por 15.000 millones de dólares a en los mercados internacionales. Los nuevos bonos incluirán clausulas «anti-buitres», incluyendo Cláusulas de Acción Colectiva, y tendrían vencimientos en 2021, 2026 y 2046, a un interés de entre el 7 y el 8%. Por su parte, en la semana el BCRA expandió la base monetaria en 4500 millones de pesos, en tanto las ofertas inversores no alcanzaron a superar los abultados vencimientos previos, a la tasa de interés objetivo del Banco. La inflación en la Ciudad de Buenos Aires marcó 3,3% en marzo, impulsada por la estacionalidad del rubro educación, aunque mostrando una importante disminución con respecto a febrero. Las estimaciones para abril, sin embargo, sufrirán los incrementos de la tarifas de gas y transporte, y rondarían el 6% mensual. El INDEC anunció, en tanto, que el nuevo IPC será publicado el 15 de junio próximo, y volverá a tomar como muestra a los conglomerados de la Capital Federal y Gran Buenos Aires, mientras el instituto desarrolla un índice nacional para 2017.
RENACE EL AHORRO
El Banco Central finalmente concretó la creación de un nuevo instrumento de ahorro y crédito que puede convertirse en una largamente necesitada solución al ahorro y al crédito a la vivienda. La nueva medida consiste en la creación de una unidad de cuenta, llamada Unidad de Vivienda (o UVI, por sus siglas). Virtualmente, una UVI es casi una moneda; no se usa para comprar y vender bienes como el peso, pero si se utiliza como unidad de cuenta (para denominar el valor de algunos bienes), y como reserva de valor (ya que conserva su poder de compra a pesar de la evolución de la inflación). Ambas son funciones básicas que cualquier moneda saludable debe poseer, y que sin embargo han sido erosionadoras del peso argentino, no solo durante la última década, sino a lo largo de una gran parte de la historia nacional. Sin una moneda que pueda usarse para preservar el poder de compra en momentos de inflación, los ahorristas, especialmente los de menor capacidad económica, se han volcado a distintos activos en busca de una solución, a veces con consecuencias negativas para la dinámica macroeconómica. Un ejemplo de esto es el ahorro en dólares, que por un lado es sumamente volátil y permite resguardar los ahorros solo a aquellos que pueden predecir efectivamente los movimientos de la divisa, y que por otro impone una gran presión a la política monetaria a través de la caída de reservas internacionales, generando un círculo vicioso que exacerba la escasez de divisas e incrementa la volatilidad de la economía. Otro ejemplo es el difundido ahorro en ladrillos con el que se incentiva la actividad de la construcción con fin de renta y ocupa fondos que podrían invertirse en incrementar la capacidad productiva, sin resolver los problemas habitacionales que enfrentan las ciudades argentinas. En esta situación, el crédito hipotecario permanece en nivele bajos, que rozan el 1% del PIB, del cual la mitad es destinado al crédito de vivienda para familias. La nueva Unidad de Vivienda fue valuada en 14.053 pesos, a partir del costo de construcción del metro cuadrado en distintas ciudades del país, y su valor se actualizará automáticamente siguiendo el índice de precios al consumidor. Los bancos permitirán a individuos constituir plazos fijos denominados en UVI, que tendrán un rendimiento seguro y positivo en términos reales, siempre por encima de la inflación. Un peso invertido en este instrumento en Argentina en 2004 habría multiplicado por 13 el valor nominal inicial, mientras que el dólar se multiplicó sólo por 5. No solo eso, sino que este instrumento le daría una seguridad al ahorrista que contrasta fuertemente con la volatilidad que presenta el tipo de cambio. Con estos depósitos, los bancos podrán otorgar créditos hipotecarios para vivienda con menores barreras a la entrada. De acuerdo a los créditos actuales, los bancos fijan las cuotas de acuerdo a altas expectativas de inflación futura, de modo que el valor real que cobra el banco en las cuotas no disminuya en el caso de que la inflación se acelere. Esto empuja el valor de las cuotas hacia arriba, y suelen alcanzar valores muy altos. En consecuencia, las cuotas iniciales son muy elevadas, y el ingreso necesario para obtener el crédito lo es también. Los créditos nuevos serán diferentes. El valor de las propiedades se denominaría en UVI, y como el valor de las cuotas se ajusta de acuerdo a la evolución de la inflación, el banco que otorga el préstamo no necesita cargar en las cuotas iniciales sus expectativas de inflación. La cuota puede así disminuir fuertemente, y mantener a lo largo de todo el período de la hipoteca el mismo valor real, con una misma proporción sobre los ingresos. Así , los ingresos necesarios para acceder al crédito también se reducen fuertemente. En un comienzo, la idea de cuotas que se actualizan de acuerdo a la inflación seguramente no genere gran interés. Pero en cuanto la inflación estabilice su tendencia decreciente, el incentivo presentado por las menores barreras a la entrada tomará fuerza, y la demanda será grande. El éxito de esta medida se verá con retardo, y en el corto plazo su arranque dependerá de que el nuevo IPC del INDEC gane la confianza del público, y de que la población no vea peligrar sus ingresos y estabilidad laboral. En el mediano plazo, esta medida sienta las bases de una promisoria expansión del crédito a la vivienda y del ahorro en moneda nacional.
Se trata sólo de un ejemplo, pero revela una estrategia de largo plazo. Mirar al futuro en todos sus aspectos, sin alejarse de los objetivos fijados por el nuevo gobierno: pobreza cero, combate al narcotráfico y unidad nacional. Una Argentina posible y real, sin «relatos» salvajes, ni crímenes de Estado.(www.caraycecaonline.com.ar)