La canciller lo hizo ante la Asamblea especial en las Naciones Unidas sobre drogas. Los opositores que acompañaron.
Buenos Aires, 20 de abril.(caraycecaonline) La canciller Susana Malcorra subió al estrado y lo primero que dijo fue que la tragedia de Costa Salguero la había obligado a cambiar su discurso sobre drogas. Ante la Asamblea especial en las Naciones Unidas sobre el tema, la funcionaria contó que cinco jóvenes habían muerto en la madrugada del sábado por la “ingesta de drogas sintéticas”. De allí en más, comenzó a desplegar la nueva posición argentina con eje en la cooperación internacional, el combate al narcotráfico, la prevención y el respeto por los derechos humanos. “Promovemos un enfoque integral y balanceado”, anunció, sin “discriminación ni estigmatizaciones”.
La ministra argentina envió un mensaje de condolencias para los familiares de las víctimas y señaló que “estas heridas irreparables son una clara muestra de cómo las drogas afectan a todos los países y personas sin distinción alguna, truncando proyectos de vida”.
“Esta sesión –dijo Malcorra– debe ser un momento clave para renovar y redoblar el compromiso político para hacer frente al problema mundial de las drogas”. Hablaba frente a los representantes de países del mundo reunidos por tres días en una asamblea especial sobre el tema, algo que no sucedía desde 1998. Los países firmaron ayer un documento en el que ponen a las personas en el centro de las políticas de las drogas, una manera de reconocer que el paradigma del combate al narcotráfico de las últimas décadas había fracasado.
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Una de las primeras acciones del gobierno de Mauricio Macri fue reconocer que “Argentina presentaba una grave situación” en el tema de las drogas, señaló la canciller y, a partir de asumir el problema, dijo que es “prioritaria la cooperación internacional”, sobre todo en coordinación de información y acciones entre países y organismos especializados. “La Argentina debe retomar el protagonismo que supo tener en la historia”.
“Promovemos un enfoque integral y balanceado en el tema de la reducción de la oferta, la lucha lícita contra el tráfico de drogas y la reducción de la demanda”, explicó la canciller. En el combate es clave evitar el desvío de precursores químicos por canales encubiertos y enfrentar otros delitos conexos como tráfico de armas y lavado de activos. “Si no se ataca la cadena de financiamiento, nunca acabaremos la tarea”.
Señaló además que hay que “colocar a las personas como centro de la política sobre drogas, sostenemos un cambio en la centralidad de la sustancia a la persona” y propuso “la inclusión social como elemento central”. Agregó que buscan también dar importancia a “la atención, cuidado, tratamiento de los usuarios”, y desalentar las “actitudes de discriminación y estigmatización”.
La canciller levantó los aplausos de la audiencia cuando dijo que la Argentina estaba en contra de la pena de muerte, en este y cualquier otro delito.
Los opositores que acompañaron a Malcorra:
Desde las bancas, varios legisladores argentinos seguían atentamente el discurso de Malcorra. Una de ellas era Margarita Stolbizer, que dijo a Clarín que “es necesario que cambie el paradigma de la lucha contra las drogas porque ha sido un fracaso. Fue una política sin duda basada en la represión de la oferta, sin atender la demanda. O sea, sin atender la prevención, lo que pasa con los jóvenes y obviamente la necesidad de atender asistencialmente a los adictos. Por lo tanto, creo que hay que dividir la cantidad de recursos que se asignan e incorporar la perspectiva de los derechos humanos.
Para el diputado peronista Diego Bossio, “hay que invertir grandes recursos en prevenir pero también en sanar y encontrar soluciones a aquellas familias que tienen dificultades. Me parece que es un cambio de doctrina y de rumbo que en vez de avanzar en el combate del narcotráfico tiene además una mirada más integral, más social. También se advierte que hay dificultades nuevas como el rol del lavado de los activos o lavado de dinero asociado al narcotráfico”, según dijo a Clarín.
El diputado Alejandro Grandinetti, del Frente Renovador, dijo a esta corresponsal que su partido tiene “una visión intermedia, ya que no sólo lo consideramos un problema de seguridad sino también desde el punto de vista del consumidor. No sólo es un problema sanitario, es un problema de seguridad y necesita una visión más amplia que la habitual. Nuestra postura es colaborar con los países fronterizos para tener un protocolo de control y principalmente entenderlo también como un fenómeno urbano de exclusión en el cual se infiltra precisamente la problemática de la droga. O sea que no sólo es un problema sanitarista, no sólo es un problema de seguridad sino que es un problema social para la Argentina. Esta es la idea que venimos a reflejar aquí en Naciones Unidas”.
Victoria Donda, diputada por el Frente Sur, fue crítica: “Creo que hay una posición oficial que viene de la línea del Ministerio de Seguridad de continuar con la mano dura y me parece que esto se choca contra la realidad. La guerra contra el narcotráfico fracasó en el mundo, así que no veo porqué sería efectiva en la Argentina cuando hace años que venimos aplicando esta supuesta guerra contra el narcotráfico y lo único que hicimos fue duplicarlo exponencialmente”, según dijo. (www.caraycecaonline.com.ar)
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