El empresario kirchnerista le cede su parte en los casinos y tragamonedas a su socio Ricardo Benedicto.
Buenos Aires, 11 de junio.(caraycecaomline9 Cristóbal López, el zar del juego, inició un proceso para transferirle sus acciones en el negocio de casinos, bingos y tragamonedas a Ricardo Benedicto, uno de sus socios. El empresario, uno de los que más creció durante el kirchnerismo, se encuentra bajo la mira de la AFIP y la Lotería Nacional. Los recaudadores lo investigan por una refinanciación impositiva de $ 8.000 millones que podría haber beneficiado a sus empresas en perjuicio del fisco. Y Lotería está auditando si la gestión anterior controló a López (y sus socios) en forma correcta o si las inspecciones fueron más laxas de lo que debieron.
López comenzó el proceso para ceder el 30% de sus acciones en Inverclub, la sociedad que se dedica al negocio del juego. Esta firma está compuesta por López (30%), Benedicto (30%), Castellanos (30%) y Héctor Cruz (10%). En las pasadas semanas, esas participaciones pueden haber disminuido ligeramente, ya que se incorporó un 2% de acciones para gerentes y empleados de mayor cargo.
Inverclub se encarga de las inversiones y tenencias accionarias, pero la operadora es Casino Club. Esta empresa opera 27 casinos por su cuenta en casi todo el país. Pero Inverclub -junto con otros socios- participa en otros casinos y bingos, que son los más importantes del país.
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Según estimaciones del gobierno, el hipódromo de Palermo factura $ 225 millones diarios en sus 4.500 tragamonedas. Allí, Inverclub posee un 27,5% y la mayoría es de Hipódromo de Palermo (Hapsa, de Federico De Achaval). En los casinos flotantes de Puerto Madero, la española Cirsa posee el 50%, mientras que Inverclub y Achával se reparten el otro 50% en mitades iguales. Según los números que maneja el Ejecutivo, allí se facturan más de $ 87 millones diarios en maquinitas.
El imperio del juego de López está por arriba de los $ 15.000 millones, según calculos conservadores.
López ya se presentó ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) para la venta de su parte en Inverclub. La firma posee un 37,5% de casinos en Florida (Estados Unidos). En Rosario, es dueño de la mitad del bingo y casino, también asociado con Cirsa. En el mercado creen que ese negocio es un 30% más pequeño que el de Puerto Madero.
En Neuquén, Inverclub está asociado a Hapsa. El trío Inverclub-Hapsa-Cirsa también posee 3 salas en Mendoza y otros enclaves en la provincia de Buenos Aires: Ezeiza, Malvinas Argentinas y Olavarría.
Aunque es prematuro para hablar de cifras,algunos conocedores hablan de un mínimo de US$ 100 millones. Ante la CNDC llegan operaciones que superan los $ 300 millones (más de US$ 20 millones al tipo de cambio actual).
Ricardo Benedicto es el comprador de López. Tiene 61 años, apenas dos más que su amigo y socio López al que conoce de Comodoro Rivadavia. En tiempo récord, construyó un imperio hípico que ya tiene uno de los cinco haras más importantes del país y cerca de 160 «pura sangre» de los más carreras ganan, según adelantó Clarín en su edición del 28 de marzo.
De perfil bajo, hace poco fue papá. Con sus hijos más grande conformó la sociedad de caballos pura sangre «Aras la pasión». Benedicto y López casi siempre acuerdan en su estrategia de negocios.
López, que le alquila propiedades a la familia Kirchner, quedó bajo la mira de la oposición tras un decreto de Néstor Kichner. Días antes de abandonar el poder, el santacruceño extendió la concesión del hipódromo de Palermo hasta 2032 y «obligó» a López a sumar 1.500 máquinas tragamonedas.