Justicia Frente judicial complicado

Una «tormenta perfecta» sobre el «Gran cajero » de la corrupción K

El ex ministro K de Planificación Federal

Ya tiene dos procesamientos y fue llamado a indagatoria en tres causas por corrupción. Hasta ahora era un intocable en Tribunales.

Buenos Aires, 5 de setiembre.Una tormenta perfecta está acorralando al “arquitecto” de la “matriz de corrupción” de la obra pública, el transporte, la energía y los negocios con Venezuela en los doce años de los K: Julio De Vido. Este criador de canarios y palomas, no solo es arquitecto de profesión, sino también está considerado como el “cerebro” de estas maniobras con fondos públicos que investiga la Justicia por varios jueces y fiscales.

Hasta hace unos meses el ex ministro de Planificación era un intocable en tribunales. Sus operadores judiciales habían logrado que no fuera procesado por ningún juez hasta el 10 diciembre del 2015. Mientras, sus compañeros del bloque de diputados del Frente para la Victoria (FPV) lo habían apoyado, le retiraron el apoyo al ex secretario de Obras Públicas José López, luego del escándalo de los bolsos con plata tirados al convento e incluso lo echaron del Parlasur. Es que López tenía su juego propio pese a que De Vido era su jefe formal.

De Vido, quien ejerció como ministro de Planificación Federal durante los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015) y fue uno el funcionarios más poderosos de la era kirchnerista. “Si cae De vido, cae Cristina”, suele decir la líder del ARI-CC Elisa Carrió. Es que el desplome del ex ministro no solo empujaría a la ex presidenta, sino a ex gobernadores y empresarios que se enriquecieron a la sobra de su poder.

De Vido ya se encuentra procesado en otras dos causas, una por supuestas irregularidades en la renovación de los contratos ferroviarios y la otra por la compra de trenes en mal estado a España y Portugal. No solo es investigado por cuatro jueces, sino también que lo tiene en la mira la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso. Sus fueros de diputado impidieron que fueron allanadas su casa y su oficina y son, ahora que va por primera vez a un juicio oral y pública, una de sus últimos muros de contención. Si es condenado por la Tragedia de Once,el tribunal oral pedirá su desafuero a la Cámara de Diputados para permitir que vaya eventualmente preso.

Llegó a la última instancia de un proceso judicial por una estrategia de Bonadio, quien optó por mandar a juicio primero a los ex secretarios de Transporte K y a los Cirigiliano para no atrasar la investigación. Así logró l a elevación a juicio de ese primer grupo de acusados en el tiempo récord de poco menos de un año. Fue unos días antes del primer aniversario de la Tragedia de Once. “Bonadio sabía que si lo incluía en la primera tanda, iba a atrasar el proceso que es lo que quería Cristina para evitar el costo político que pagó su gobierno y lo que quería De Vido, quien no quería ir a juicio oral para jugar a la prescripción”, contó una fuente de tribunales.

Mientras llega al juicio oral, que tardará varios meses en constituirse, De Vido enfrenta un panorama judicial cada vez más complicado. Por un lado, el fiscal Pollicita pidió su indagatoria y la de Cristina en la causa madre denunciada por Carrió en el 2008 que tiene como eje “la matriz de la corrupción” en la obra pública. Por otro, fue indagado en la causa por el desvio de 300 millones de pesos del plan de viviendas sociales “Sueños Compartidos” de las Madres de Plaza de Mayo. Mientras tanto, el juez Casanello a pedido del fiscal Stornelli lo llamó a indagatoria para el mes que viene en la reabierta causa Skanska por el cobro de sobornos en la obra de ampliación del gasoducto del norte. De Vido sabe que este es una causa delicada porque también está llamado a indagatoria su verdadera mano derecha: el ex subesecretario de Coordinación de Planficación, Roberto Baratta, conocedor de las cuevas financieras por donde pasó parte de la plata negra que venía de los sobreprecios de la obra pública. Casi los mismos personajes aparecen en otra causa que llena de nubes negras su futuro: la multimillonaria compra de barcos con gas licuado que investiga Bonadio y ya habría detectado, según fuentes de tribunales, por lo menos el pago “de sobreprecios”, mientras incluso se investiga si hubo hasta un barco fantasma que se pagó pero no llegó como en una novela de piratas.

Todo sin contar aún la denuncia por los negocios con Venezuela que prepara el fiscal Pollicita para los próximos meses y que lo tiene como protagonista principal. Pero por ahora, la auditoría que hizo el actual titular de Vialidad Nacional, Víctor Iguacel, sobre la obra pública manejada desde ese organismo que dependía de Planificación es usada como prueba por la mayoría de los jueces que investigan a De Vido. La hora de la cara o la cruz  o de ser declarado inocente o culpable por la Justicia está más cerca para este ex amigo íntimo de Néstor Kirchner.(www.caraycecaonline.com.ar)

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