Se estima que el negocio ilegal callejero lindero a la terminal del Sarmiento recauda unos $ 6 millones por día, en 1882 puestos ambulantes
Buenos Aires, 11 de enero.(caraycecaonline) La sospecha es de connivencia policial, de evasión impositiva, de prestación de nombres y hasta de venta de estupefacientes. Todo esto investiga la Justicia detrás de la venta ilegal en Once, donde la mayoría de los manteros son apenas jornaleros que perciben entre $ 180 y $ 250 pesos de paga diaria por ocho horas de trabajo. Poderosas organizaciones con escalafones, división de tareas y logística coordinada controlarían numerosos puestos ambulantes con mercadería de dudosa procedencia. Pese a todo, nunca nadie puso -ni quiso- llegar al fondo del problema: Once siempre fue un bastión que sobrevivió ante la miopía de fiscales, funcionarios, policías y jueces.
Se estima que el negocio ilegal callejero lindero a la terminal del Sarmiento recauda unos $ 6 millones por día, en 1882 puestos ambulantes. Distintas células lo controlarían; incluso, según investiga la Justicia, tendrían locales comerciales «legales» desde los que abastecerían a los puntos callejeros. El sistema está tan organizado que cada uno respeta siempre su lugar. Y hasta existe un grupo de «choque» diseñado para disuadir cualquier operativo de control.
Pese a las abrumadoras pruebas y a las condenas, los manteros volvieron a instalar sus negocios. Volvieron a vender mercadería ilegal, a refrendar su impunidad. Volvieron, también, los funcionarios, policías y fiscales a la miopía total. Hasta ayer. El tiempo dirá si se trata de un cambio profundo o de una acción cíclica, repetida y temporaria.(www. caraycecaonline.com.ar)