Creada por Néstor Kirchner en 2004, manejó unos $ 100 mil millones, con sobreprecios de hasta el 60% y adjudicaciones directas a empresarios «amigos». (por Roberto Muñoz)
Buenos Aires, 16 de enero. (caraycecaonline) La ex presidenta CFK y quien fue su ministro de Planificación Federal de su Gobierno, Julio De Vido serían indagados este año por la causa que investiga el manejo irregular de unos $ 100.000 millones en la empresa Energía Argentina SA (ENARSA) donde fueron detectados sobreprecios de hasta 60% en contrataciones “a dedo” que beneficiaron a empresarios “amigos”.
EnArSA (Energía Argentina S.A.) había sido creada en 2004 por el entonces presidente Néstor Kirchner para la” exploración y explotación de hidrocarburos sólidos, líquidos y gaseosos”, pero en realidad se transformó en la mayor caja de corrupción K, ya que su producción no alcanzó un 1% de los combustibles. Las contrataciones “digitadas” y los sobreprecios fueron de hasta un 60 % sobre valores de plaza.
La Auditoría General de la Nación (AGN) confirmó en sus informes anuales que los balances de esta sociedad eran* un misterio*. Revelaron que en EnArSA sólo se hacían contrataciones directas “violando los más elementales principios de contratación pública que ordena la administración del Estado”.
Todas condiciones para que en su operatoria haya sido ineludible la intervención presidencial , del ministro De Vido, como del ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. El ocultamiento llegó hasta el congelamiento intempestivo de una inspección integral de la AFIP.
Esa gravosa situación para el patrimonio nacional llevó al abogado Jorge Vitale a denunciar penalmente en 2013 a quienes sean responsables por *Administración fraudulenta, Fraude a la Administración Pública y Tráfico de Influencias*. Es la causa 6678/13 que está en el Juzgado Federal 6 a cargo del juez Daniel Ercolini, Fiscalía 6 de Federico Delgado.
Este verdadero asalto al Estado, junto al vaciamiento de Repsol-YPF, en 2010 pusieron fin a un período de 20 años de autoabastecimiento energético de nuestro país. Lo que derivó en la importación creciente de petróleo y gas que llegaron a sumar 14.000 millones de dólares anuales.
“La Argentina está trayendo energía de afuera a un ritmo de u$s25.000 por minuto. Estamos hablando de u$s1,5 millones por hora. Es infernal lo que se tiene que importar”, ejemplificó el ex secretario de Energía, Alieto Guadagni.
Para tener una medida de esta estafa, recordemos que la Argentina en 1989 había tenido su último déficit en el sector por u$s 23 millones, un “vuelto” si se lo compara con los costos actuales.
EnArSA en 2012, recibió $19.000 millones, en 2013, $27.000 millones y en 2014, tuvo $40.000 millones.
Lo ratificaron uncionarios involucrados en la cadena de decisiones y también cotejos de precios que han puesto al descubierto un grave perjuicio al patrimonio del Estado mediante sobreprecios exorbitantes.
La Argentina importa dos tipos de gas: el natural licuado (GNL), que llega en barcos y equivale al 60% de lo que se compra por este rubro, y el que llega vía gasoducto desde Bolivia, que representa el 40% restante.
En 2014 recalaron en nuestras costas unas 60 embarcaciones, en tanto que en la actualidad ya superan las 80, que aportan cerca del 15% de todo el gas que se consume en nuestro país. El costo de cada carga es de unos 50 millones de dólares, a lo que hay que sumar fletes y seguros.
Señalemos que, para hacer más accesible este sistema de latrocinio, el gobierno K realizaba las compras de gas, por ejemplo, en Trinidad Tobago, Angola y otros países exóticos, que tienen controles “flexibles” para las transacciones, igual que para cumplir las normas de seguridad.
ORIGENES Y OTROS RESPONSABLES
EnArSA es una empresa donde el Estado tiene el 53% de las acciones. Pero el 12%, que corresponde a las provincias, nunca no fue distribuido. Tampoco el restante 35% de acciones, fue a la oferta pública, como correspondía. Lo cierto: es totalmente estatal.
Desde el momento de su creación hasta el día 10 de Mayo de 2013, la presidió el ingeniero Exequiel Omar Espinoza (foto ). Este funcionario tuvo que renunciar al develarse que también era gerente de *La Rosadita* la financiera SGI que Báez le “compró” a Federico Elaskar, donde se comprobó que el empresario Báez había lavado, como mínimo, 20 millones de dólares.
A modo de ejemplo, digamos que sólo en 2012, esta empresa, importó combustible por 10.000 millones de dólares, una suma que fue incrementándose hasta llegar a los 14.000 millones de dólares.
Este gigantesco desborde de corrupción , se amplió con la adjudicación directa a Lázaro Báez, para levantar una Planta Termoeléctrica en el Chaco. La construcción no se hizo, y los u$s 100 millones “desaparecieron”, a pesar que estaban incluidos en el Presupuesto Nacional 2010.
Otro caso fue la adjudicación también al mismo empresario «amigo», de siete pozos de petróleo que abarcan una superficie en Santa Cruz equivalente a la provincia de Tucumán, donde no se realizaron exploración ni explotación alguna.
El dirigente *social* K, Luis DElía, también fue denunciado ante la Justicia por ser dueño en las sombras de la firma Transporte de Combustible Atalaya, sucesora de Transporte de Combustibles del Sur. Esta empresa celebró contratos con Enarsa, que se presumen irregulares, por unos 10 millones de pesos mensuales. El testigo en esta causa, Mario Codarín, admitió que el mismo D’Elía le había asignado la titularidad del 95% de las acciones de esa empresa transportista.
Por último, la escribana Martha Cascales, esposa de Guillermo Moreno, y de estrecha amistad con la ex presidenta, fue la síndica de Enarsa. Es oportuno recordar que también fue funcionaria de la empresa Ar-Sat Empresa Argentina de Soluciones Satelitales y responsable de armar la sociedad Meldorek de Sergio Schoklender involucrada, junto a Hebe de Bonafini, en la estafa de unos $700 millones del Programa de Viviendas Sueños Compartidos.
La misma Cascales asesoró en los negocios del Gobierno nacional con Venezuela,y creó 46 empresas *fantasma* destinadas a recibir subsidios del ONCAA, cuando ese organismo lo dirigía Ricardo Echegaray. (www.caraycecaonline.com.ar)