Volcàn, Jujuy.(caraycecaonline) – Con su uniforme azul impecable y los guantes blancos en la mano, sin colocar, Corina Tejerina esperaba en un rincón de la escuela N° 17 «25 de mayo» de Volcán, en Jujuy, a que empezara el acto oficial de apertura del ciclo lectivo.

Ese que la tendría como primera escolta, y que la ponía más nerviosa de lo común por sus particularidades. Es que no sólo se trataba del inicio de clases después del trágico alud ocurrido el 10 de enero, que dejó cuatro muertos y afectó al 80% de su pueblo, sino que además contaría con la presencia del presidente de la Nación y el gobernador de la provincia.

Corina, de 16 años, y que comienza 5° año, recordó aquella mañana cuando sonó la sirena del pueblo, y el lodo bajó del cerro y llegó al pueblo. En su casa, a la vuelta del colegio, en la zona que luego del desastre fue declarada amarilla por los daños sufridos, improvisaron con su familia una pared de ladrillos para evitar que el barro ingresara. Pero ante la magnitud del alud, una vez hechas las defensas, se refugiaron en la finca de una vecina, una zona segura.

Hoy, sin embargo, el camino al colegio fue muy diferente. Tuvo que evitar charcos para no mancharse los zapatos, pero la mayor parte del barro ya se levantó. A la escuela, incluso, la encontró mejor de cuando terminó las clases el año pasado: arreglada, pintada y ya sin lodo, sólo con una especie de arcilla que quedó en todo el pueblo como uno de los vestigios del alud.

«No todos los alumnos se anotaron este año. Muchos compañeros se trasladaron a otros pueblos, como León y Lozano -dijo Corina-. Por ejemplo, todos los chicos que vivían en la zona roja [que quedó completamente destruida] se tuvieron que mudar.»

La secretaria docente de la escuela, Mercedes Condori, contó que el único problema que persiste en la escuela es con el agua. Por momentos se corta, y si no hay agua tendrán que suspender las clases hasta que vuelva. Hoy funcionaba bien. «Nuestros niños en este momento están muy mal y hay que contenerlos -dijo Condori-. La verdad es que nos tendríamos que adherir al paro porque nos merecemos un mejor sueldo, pero no nos plegamos por los niños, que vivieron una situación muy traumática.»

La recuperación total del pueblo demandará mucho tiempo. Mientras tanto Corina Tejerina como muchos otros en Volcán tratan de retomar sus vidas. Ella, trabajando durante las mañanas con su madre en el puesto de tejidos que tienen en la feria, y yendo al colegio durante la tarde, con el sueño de estudiar química o criminalística cuando termine el 5° año.(www.caraycecaonline.com.ar)