Resulta aún mas relevante el rol asignado por los gigantes asiáticos a la Argentina, en el marco de la reciente gira del presidente Macri . Calificaron a nuestro país de locomotora que llevará a Sudamérica a un nuevo rumbo de desarrollo y progreso. Claro que supeditaron esa visión a una nueva victoria del oficialismo en las elecciones de octubre. (Por Jorge Augusto Avila)
Buenos Aires, 20 de mayo.(caraycecaonline) Los ecos de la crisis brasileña, hacen más agudo el cuadro de disgregación de las principales fuerzas políticas que marchan a las próximas elecciones legislativas de octubre. La incertidumbre económica sobrevuela las previsiones inflacionarias, el consumo y la actividad industrial. Hacen falta gestos contundentes de liderazgo para consolidar las tendencias favorables de un escenario que apunta a ratificar las opciones que tomó la mayoría del país en la última convocatoria a las urnas. La recurrente caída del presidente provisorio de Brasil, Michel Temer, desde agosto pasado, revela un espacio volatil en toda la región, y afecta directamente a nuestro país, por ser el principal destino de los productos argentinos, además de contar con una fuerte incidencia financiera e inversiones directas desde mediados de los 80. La creación del Mercosur, fue una salida oportuna para evitar el crecimiento desigual de la balanza comercial entre ambos países, pero la falta de crecimiento entre 2011-2015 sumió a la Argentina en un rol de segundo orden ante el crecimiento brasileño que lo llevó al BRICS ( Rusia, India, China y Sudáfrica) como una suerte de economías poderosas con sistemas políticos en desarrollo. Sin embargo, el ingreso de los brasileños durante los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff a esta élite, implicó una serie de concesiones tanto a nivel institucional como económico, que permitió a los colosos corporativos de nuestro principal aliado comercial comenzar a desguazar la frágil voluntad republicana de los herederos del imperio portugués. En su historia cargaban la pesada carga de gobiernos truncados: Getulio Vargas pese a todo, gestor del Brasil moderno, Juscelino Kubitschek, Jánio Quadros y Joáo Goulart. Por ello, resulta aún mas relevante el rol asignado por los gigantes asiáticos a la Argentina, en el marco de la reciente gira del presidente Macri . Calificaron a nuestro país de locomotora que llevará a Sudamérica a un nuevo rumbo de desarrollo y progreso. Claro que supeditaron esa visión a una nueva victoria del oficialismo en las elecciones de octubre. Ni chinos ni japoneses comen solamente arroz, y conocen por demás las argucias que han marcado la irregular relación con nuestro país luego de posguerra. No obstante, la política del gobierno que apunta a una conjunción de bloques, sumando el Mercosur a a la Alianza del Pacífico, puede generar un eje virtuoso para consolidar los lazos comerciales con los mercados más importantes del mundo. No hay que olvidar que la reciente visita a mister Donald Trump, que arrastra problemas institucionales que no despejan la posibilidad de un proceso de destitución, no aparejó aún resultados económicos tangibles. Los limones siguen en lista de espera, y del posible incremento de las exportaciones de carnes, ni se habla. El enigma de octubre es entonces, un factor determinante para consolidar un nuevo horizonte político nacional. El gobierno busca ratificar un cambio progresivo que le permita lograr un resultado favorable para así poder aspirar a un nuevo mandato. En tal sentido, la proyección de María Eugenia Vidal en el territorio bonaerense es clave. junto a las alianzas en las restantes provincias. La gobernadora ha salido a tallar fuerte y suma a varios referentes peronistas en el distrito, además de los radicales que ya integraban la coalición. Pero la mejor estrategia para asegurar un triunfo en este territorio que contiene el 40 por ciento del electorado de toda nuestra Nación, es la creciente dispersión de la resaca kirchnerista producto del rechazo creciente entre los intendentes esmeraldas y fenicios surgidos de propia hechura. A ello debe sumarse los datos recientes en materia económica, que indican un tibio comienzo de recuperación en materia de actividad industrial, consumo e inversión. El principal escollo sigue siendo la inflación, pero más allá de las discusiones sobre como reducir el núcleo del incremento de precios, las metas fijadas indican que no se superará el 20 % anual, con tendencia a la baja. La mitad de lo vivido durante la etapa final del gobierno K. Se suman las nuevas paritarias cerradas en ese procentaje por los principales gremios, que pueden tener un efecto reactivador importante. En concreto. Hacia octubre con Cristina Kirchner de candidata o árbitro del peronismo, el edípico Florencio Randazzo como alternativa clase Z, una economía en alza y mejores estándares institucionales, la alianza macrista está en condiciones de llevarse nuevamente la victoria. No será fácil, y el camino elegido de unidad también debería pasar por el filtro de las primarias de agosto. Pero a diferencia de Brasíl, la renovación política aparece aquí como un hecho irreversible, más allá de algunas falencias y tropiezos, que seguramente impulsarán cambios en el gabinete y un nuevo escenario, después del resultado en las urnas.(www.caraycecaonline.com.ar) (*) Columna dedicada a Francisco Avila «in memoriam» a 44 años de su fallecimiento. |