Si el oficialismo mantiene la unidad y acierta en el manejo de la crisis, a partir de las mejoras económico-sociales se podrá consolidar hacia una nueva victoria en las urnas. (Por Jorge Augusto Avila)
Buenos Aires, 9 de setiembre.(caraycecaonline) Distintos factores han comenzado a incidir en forma decisiva para el posicionamiento de los principales bloques sociales con vistas a las elecciones presidenciales que, más allá del resultado, implicará un redefinición futura del diseño estructural de la Argentina. Esta zona de clivaje implica también una revisión institucional que, a la luz de los hechos, implique adoptar mecanismos que permitan adoptar una vía consensuada hacia el desarrollo sostenible. Que impidan los ciclos bipolares de dispendio y escasez que han dominado nuestra historia. Existen dos hechos que pueden ser tomados como disparador e inflexión ante las graves dificultades que debió afrontar la coalición Cambiemos en su primer mandato. El primero fue el mensaje de diciembre del año pasado, anunciando el abandono de las metas propuestas inicialmente en el programa económico, dejando inflación, dólar, nivel de actividad y otros factores con niveles mínimos de intervención estatal, tratando que los mercados fijaran las variables del gradualismo. En poco tiempo Macri y sus funcionarios advirtieron que fue la peor señal económica y pese a recurrir con antelación al Fondo Monetario Internacional, contar con apoyo externo y mantener, no sin dificultades, el compromiso sectorial, la «corrida» sobrevino imparable y sacudió a una sociedad ya escaldada por un exceso de fallídos previos. El exceso de confianza, a veces con alguna dosis de soberbia, hizo que se substimara durante demasiado tiempo las contingencias de las alteraciones que sacudieron no sólo al país, sino a todas las economías emergentes. Los anuncios y nuevas medidas adoptadas por el gobierno parecen haber convencido al mercado, al menos por el momento. Lo cierto es que en la semana la economía argentina tuvo un respiro, el dólar y el riesgo bajaron en los últimos días, acompañados por un movimiento alcista de las acciones del Merval. Una semana de tregua, luego de tanta batalla. ¿ Será una paz efímera o se puede comenzar a vislumbrar un escenario de mayor estabilidad ?. En esto influye el segundo factor, netamente político. Las principales razones que motivaron la desconfianza de los vectores económicos, están vinculadas a la posibilidad de un retorno del populismo autoritario, y la real perspectiva de cambios del actual gobierno en la aplicación de reformas estructurales. En ello tiene particular relevancia el rol de Macri quien adoptó una actitud rupturista y de liderazgo efectivo, como pudo vislumbrarse en el mensaje del lunes pasado sobre la implementación de los ajustes en todo el espectro social, pero especialmente en el discurso del día posterior ante el congreso de la Unión Industrial Argentina. Al fuerte respaldo externo, el gobierno suma ahora la certeza de una fragmentación que resulta insuperable para la principal fuerza opositora. El avance de las investigaciones sobre la corrupción han alejado cualquier posibilidad de unificación del peronismo y establecen una clara divisoria de aguas con la actual administración. Si el oficialismo mantiene la unidad y acierta en el manejo de la crisis, a partir de las mejoras económico-sociales se podrá consolidar hacia una nueva victoria en las urnas. Claro que primero tendrá que cruzar el Rubicón que implica la efectiva implementación y aplicación de tres reformas pendientes fundamentales. La fallída reforma tributaria, la congelada reforma previsional y la resistida reforma laboral. Además de la sanción del Presupuesto 2019 tras acordar con los gobiernos provinciales, y afrontar los conatos de saqueos y disturbios sociales motorizados por quienes deberán afrontar el veredicto judicial en breve. Ese es el programa que está dispuesto a asumir el gobierno, exigiendo el compromiso proporcional de todos los sectores y en busca de proteger los ámbitos más vulnerables de una sociedad que, a diferencia de hace 17 años, puede diferenciar a tirios de troyanos, para evitar una nueva caída en el abismo.(www.caraycecaonline.com.ar) … |