El ministro de Hacienda Nicolás Dujovne y el titular de la UIF, Mariano Federici, con funcionarios de Estados Unidos analizando la cooperación en el caso cuadernos.
Buenos Aires, 25 de enero.(caraycecaonline) La ola de arrepentidos en la causa de los cuadernos de las coimas tiene fundamentalmente dos factores. Por un lado, el hecho de que la mayoría de los implicados en el lavado de 70 millones de dólares en EE.UU. que consumó el ex secretario privado de los Kirchner, Daniel Muñoz, optaron por arrepentirse y colaborar con la Justicia. Por otro, que la Justicia de EE.UU. tiene abierto un expediente propio porque el lavado se cometió en su jurisdicción y a través de algunos bancos norteamericanos.
La confesión de Carolina Pochetti, sobrina de la ex diputada K Blanca Blanco y parte del entorno santacruceño de los K, conseguida por los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo le dará un gran avance a la causa y podría complicar a Cristina Kirchner aunque por ahora nadie quiera crear falsas expectativas. La confesión de la viuda -dicen que se maquilla para los traslados- se mantiene bajo siete llaves y seguramente provocará que el juez Bonadio, si homologa el acuerdo, lance un paquete de medidas de pruebas. Tan importante es el rol de Pochetti en el rompecabezas de los 70 millones de dólares ya detectados pero aún no recuperados, que Stornelli interrumpió sus vacaciones para participar del interrogatorio y luego volvió a seguir con su descanso.
Sucede que cuando aún no se salía de la sorpresa de la confesión del ex ministro de Economía de Santa Cruz, Juan Manuel Campillo -el único al que el juez aún no le dio la excarcelación porque teme que obstruya la investigación-, se sumó Carlos Gellert, hijo de la ex diputada Blanco, quien fue la mujer del ex gobernador de esa provincia Daniel Peralta, como otro indicio de lo cercano de este anillo del entorno a Cristina Kirchner. Otro de los que ofreció su colaboración fue “Alejandro Raele, hijo del empresario Julio Raele, amigo de sindicalistas y dirigentes peronistas históricos”, reveló una fuente judicial.
Ante este cuadro difícil, Pochetti dejó a su abogado particular y pidió un defensor oficial -como hacen todos los arrepentidos para alejarse de la influencia K- pero lo hizo “casi en el último vagón del tren”. En otras palabras, la información sensible que debe haber dado a los fiscales tienen que implicar un avance significativo sobre lo que dijeron los que “iban en los primeros vagones”, tal como establece la ley y apuntar hacia arriba.
Sin embargo, aún permanece un “núcleo duro” cercano al kirchnerismo que mantiene el pacto de silencio gracias a gestiones de abogados y ex funcionarios K. Están con prisión preventiva el último abogado de Pochetti antes de ser detenida: Miguel Plo, Gastón Campillo y el más cercano secretario privado de Cristina, Isidro Bounine. En fuentes de Comodoro Py causó preocupación que el abogado Manuel Izura “asesor informal del ministro de Justicia, Germán Garavano, haya aparecido como abogado de Plo”.
Es que Plo fue el “encargado de desarmar las empresas y las cuentas abiertas en EE.UU. antes de que los 70 millones de dólares salieron hacia un destino aún desconocido” y que la justicia busca recuperar.
Pero como otros imputados Plo debería estar preocupado por los futuros pasos de la Justicia de EE.UU. Es que como en el caso del FIFA-gate y de varios narcotraficantes latinoamericanos, el poder judicial norteamericano “se va a meter” en la causa de los cuadernos porque se “violaron, también, leyes de los EE.UU.” Y es una vieja enseñanza en América Latina que no hay nada peor que quedar procesado y preso en los EE.UU.
La pista más firme sobre este interés norteamericano -adelantada por La Nación- se confirmó hace dos semanas atrás. Sucede que la Argentina y Estados Unidos celebraron la quinta reunión del llamado Diálogo Argentina-Estados Unidos sobre Finanzas Ilícitas (AUDIF) en Buenos Aires. El principal objetivo del AUDIF es combatir el lavado de activos, el financiamiento del terrorismo y la corrupción, entre otros delitos. En un comunicado -que pasó desaparecido- se informó en la reunión se discutió “sobre las amenazas de lavado de dinero y riesgos de financiación del terrorismo, incluido Hezbollah, en el Área de la Triple Frontera; identificación y acción contra el producto de la corrupción; análisis de amenazas y vulnerabilidades de los ilícitos financieros regionales, incluidas las redes de corrupción en Venezuela”.
La reunión fue presidida por el Ministro de Hacienda, Nicolas Dujovne, y el Secretario Adjunto del Departamento de Hacienda del Financiamiento del Terrorismo y Crímenes Financieros, Marshall Billingslea. Entre los participantes se encontraron el presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF) Mariano Federici y el Director de la Red de Ejecución de Delitos Financieros de los Estados Unidos (FinCen), Kenneth A. Blanco, el Subprocurador General adjunto del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, John P. Cronan, y el secretario de Coordinación Institucional de la Procuración General de la Nación, Juan Manuel Olima Espel, entre otros. Precisamente, esos funcionarios del gobierno de Donald Trump, junto al Fiscalía Federal de Miami, son los que tienen el caso de los cuadernos en la mira.
“Además, de lanzar al alerta financiero sobre altos funcionarios chavistas y analizar movimientos financieros del Hezbollah e Irán y se abordó la cooperación anticorrupción, en especial la cooperación en el caso cuadernos de las coimas”, admitió una alta fuente del gobierno argentino. El gobierno y la justicia de EE.UU. ya mandaron un detallado informe de la ruta de los 70 millones de dólares de Muñoz en Miami y Nueva York, ahora si también se imputa allá al entorno del ex secretario de los Kirchner, habrá un motivo mayor de preocupación para muchos.(www.caraycecaonline.com.ar)
Clarin por Daniel Santoro