Luis, también es mi compañero, ahora trabajando en el teatro que tiene el dueño del diario. Me invita a un asado para festejar que terminó su casa en Villa Riachuelo. Tiene agua corriente y cloacas. Hace diez años, cada tormenta era una inundación, se bañaba con balde y fuentón, y hacíamos colectas para auxiliarlo. (Por Jorge Augusto Avila)
Buenos Aires, 31 de agosto. (caraycecaonline) Rodolfo es mi compañero. Un santiagueño cincuentón, muy arraigado a su terruño, que viajará por primra vez en avión a ver a su familia. Pudo comprar en cuotas sus pasajes para evitar las tortuosas 20 horas de micros con baños hediondos y asientos donde dormir es imposible. Luis, también es mi compañero, ahora trabajando en el teatro que tiene el dueño del diario. Me invita a un asado para festejar que terminó su casa en Villa Riachuelo. Tiene agua corriente y cloacas. Hace diez años, cada tormenta era una inundación, se bañaba con balde y fuentón, y hacíamos colectas para auxiliarlo. A él y a otros que padecían el oprobio de gobiernos inclementes. Cito dos ejemplos cercanos, pero que marcan en el entorno reducido de una redacción, los cambios de vida significativos que han marcado los últimos años. Conozco los detalles por la proximidad, y la confianza que me otorgan haber sido tres veces delegado gremial en el diario que trabajo, a pesar del sabotaje del sindicato del que fuí cofundador, la UTPBA. Ese engendro transformado desde comienzos de siglo por los alumnos de Verbistky y socios, en una estructura vacía al servicio del poder de turno. Acomodados con el menemismo, avanzaron sobre el Estado en combinación con el ministerio de Trabajo junto a los radicales de la Alianza, jóvenes codiciosos comandados aún por Jesús Rodríguez y Ricardo «Coti» Nosiglia. No es casual que desde entonces, son los medios públicos escenario de todo tipo de trapisondas orquestadas entre directivos y sindicalistas. Al estilo de María Seone y sus amanunses en Radio Nacional, o Martín Granovsky, Alberto Emaldi y otros con Luis «Lucho» Giménez en Télam y Tristan Bauer con Alfredo Scocimarro en la TV Pública. Los medios privados, de toda índole, quedaron para la supuesta «oposición» trotskista, que desde el SITRAPREN inducen a buscar mejorar las indemnizaciones. Jamás recuperaron un puesto laboral o modificaron las decisiones empresariales, enfrentándolas. No es de extrañar entonces, el bombardeo incesante en busca de crear el clima propicio para hablar de transición, adelantamiento de elecciones y caos generalizado. Son fogoneados por otro engendro que ante la masiva demostración de repudio del 24A, no tienen más objetivo que colocar al país en situaciones difíciles. Es el caso de las declaraciones del candidato Albertico Fernandoglio, que emulando a su mentor Domingo Cavallo, hace declariones tremendistas para el exterior, mientras aquí trata de mostrarse moderado. La extraña coalición que encabeza, y ganó unas PASO amañadas al calor de cierto cansancio general, ha comenzado a dar muestras de su crisis internas, mientras la ex reina de El Calafate sigue presentando su libro como única estratégia de campaña. Lo cierto es que aún no ganaron nada, y pelean por un «queso» que, temen, sea menor para el latrocinio. En este contexto, el Ministerio de Hacienda anunció un nuevo tratamiento los plazos de vencimiento de la deuda, en principio sin ninguna otra característica a : sin quitas de capital ni intereses. Dada la baja aceptación de renovación de letras, si el gobierno debiera cancelar todos los vencimientos en efectivo que quedan por delante, las reservas del BCRA se verían disminuídas, lo que restaría poder de fuego para intervenir en el mercado y defender la paridad cambiaria en torno a los 60 pesos, que incluso el propio Fernández declaró que considera un precio razonable. En relación a todos los bonos del Tesoro, el vencimiento será voluntario y cada tenedor podrá elegir si desea o no tener una extensión en los plazos de sus bonos. En relación a las Letras (de corto plazo), el ofrecimiento también será voluntario para las personas físicas que hayan invertido en deuda del Tesoro, y compulsivo para los grandes inversores institucionales. Simultáneamente comenzaría a negociarse el diferimiento de los pagos al FMI, que tienen previsto comenzar en el segundo semestre del 2021. Con estas medidas, el gobierno busca la cancelación de unos 8.000 millones de dólares que debiera hacer hasta fin de año y que no tenía previsto debido a que hasta antes de las PASO se iban renovando permanentemente. La situación financiera del país es delicada, y lo preocupante es que hasta el momento el oficialismo y la oposición no han podido acordar una estrategia colaborativa de equilibrio. Esto lleva a que el gobierno deba recurrir a medidas audaces, que pueden tener efecto si la actitud de Fernández no cambia en el corto plazo. Algo útopico considerando la probada condición de traidor a la Patria y sicario de la «patria financiera» de Fernandoglio y Cristinamente, y todos quienes los rodean, que seguirán petardeando la paz social hasta el 27 de octubre. Es necesario que para ese día, cada argentino al votar comprenda que no se trata de cuestiones financieras. Es algo personal. Quiero que mis amigos vivan mejor. Quiero que mi país lo haga, con honestidad, trabajo y sin especulaciones. (www.caraycecaonline.com.ar)