Suena poco creíble que el único ejecutor pueda ser el títere presidencial,o la desquiciada, más allá de su sed de venganza. Convendría apuntar hacia aquel que fue a la vez oficial de inteligencia de Montoneros y personal civil de Inteligencia de la Fuerza Aérea(por Jorge Augusto Avila)
Buenos Aires 21 de diciembre.(caraycecaonline) Ya habitual, tras un cambio de gobierno, en los medios de comunicación aparece un grupo de tontos repetidores de frases de conveniencia. Con la misma imaginación de “sentido pésame” en un velorio, dicen: “espero que les vaya bien, ya que si les va bien, todos estaremos mejor”. Si lo políticos solo piensan cómo podrán obtener una tajada del botín; si son economistas , porque saben que los recién llegados crecen de un plan medianamente estudiado; y si son periodistas, porque piensan en las pautas limosneras. En realidad, , ha dejado de importar si al gobierno de los Fernández le va bien o mal. Porque saben que las patas del “plan maestro” de los Fernández: retenciones, aumento del gasto público y aumento de impuestos se ha aplicado tantas veces como los fracasos sufridos.Lo único que debería importarnos es que la debacle suceda rápido, que, al menos, la agonía sea breve, porque quizás, significa que tocamos fondo por enésima vez con el reiterado experimento kirchnerista. Y que, para bien de nuestros hijos y nietos, superemos esos ardides políticos, hijos adulterados de la carta del lavoro fascista. Los acuerdos de precios y salarios que los argentinos hemos soportado siempre fracasaron. Saber que les irá mal es, quizás, una redundancia, ya que han vuelto como siempre, sin imaginación ni ideas, encantados de su ignorancia. Así vam a repetir las mismas burradas que cometen desde hace años: retenciones, ñoquis, estado superpoblado, apriete a quienes piensan distinto de ellos, saqueo a los haberes previsionales. Tambien esquilmar al campo, del cual conservan la visión que sigue siendo propiedad de cuarenta familias. Los jubilados, en tanto, son las principales víctimas de este festín confiscatorio kirchnerista: les quitaron el régimen de actualización y congelaron sus haberes Para estos muchachos «los únicos privilegiados son los bancos, las petroleras, las empresas mineras, los funcionarios judiciales,y del gobierno. Ni que hablar de diputados y senadores.Tratemos de hacer memoria, aunque nos acongoje “la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser”. Porque hay algo más en juego que los Fernández . Este compendio de injusticias y atropellos a la Constitución que se cometen, y cometerán, tiene un fin: la destrucción de la República. Y hasta ahora nosotros colaboramos con mansedumbre limitándonos a ver si son «chorros, salvajes o brutos». No vemos aún el trasfondo de lo que nos pasa. Quien haya leído medianamente a Gramsci, sabe que la estrategia enunciada por éste para la toma del poder se va cumpliendo de manera inexorable. Con solo ver que ha vuelto a ser comisario político de la defensa un incompetente como Rossi, que ha hecho de la mala fe para con las Fuerzas Armadas la razón de su anterior gestión, nos muestra una parte de este proyecto; que Sabina Fedreric, la ministro de seguridad, diga que el uso de armas de fuego por las Fuerzas Policiales y de Seguridad «es un abuso intolerable» nos anticipa qué sucederá en las zonas calientes de nuestro país donde campean los delitos. Cabe entonces el interrogante quién o quienes impulsan estos nombramientos. Suena poco creíble que el único ejecutor pueda ser el títere presidencial,o la desquiciada, más allá de su sed de venganza. Convendría apuntar hacia aquel que fue a la vez oficial de inteligencia de Montoneros y personal civil de Inteligencia de la Fuerza Aérea. De cualquier manera roguemos para que la obligada desintegración del gobierno de los Fernández sea rápida. Si no lo es, tendrán el tiempo necesario para reinstaurar las zonas liberadas, las mujeres desaparecidas en los caminos liberados para el narcotráfico y la trata de blancas, el manejo indiscriminado de los fondos de la obras públicas. Es decir, tener un país donde sólo un dieciocho por ciento accede a la medicina prepaga mientras el resto malvive y mal se cura en hospitales públicos con profesionales mal pagos. Les alcanzará el tiempo, si los estertores de la descomposición son largos, para terminar de hacer de la Escuela Pública una cueva de adoctrinamiento y conseguir domesticar a la Justicia, siempre lenta, cobarde y obsecuente, dispuesta a tratar con levedad al delincuente. Tendrán tiempo para apuntalar el conurbano parasitario como un gran corral donde se encierra la hacienda electoral – ese inmenso grupo humano marginado y sin futuro – siempre dispuesto en su indigencia a ser comprado con chapas, mantas y electrodomésticos para definir una elección. Todo esto, si la agonía del régimen es larga, sucederá indefectiblemente y entonces, antes de que nos demos cuenta ya no tendremos República. Por eso , los avances como la sanción parlamentaria del «ajuste solidario», debe motivarnos a iniciar las acciones conducentes para que esto termine mal, y pronto.(www.caraycecaonline.com.ar)
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