“Actúen ya. Si pueden extender la duración de su deuda, por favor háganlo. Si tienen descalces de monedas, ahora es el momento de trabajar en ese tema”, dijo la búlgara, durante una exposición virtual en el marco de la edición 2022 del Foro Económico Mundial de Davos.

En ese contexto, Georgieva dijo que el endurecimiento de la política monetaria de la Fed, con alzas en las tasas de interés, podría “tirar agua fría” y complicar la endeble recuperación económica en algunos países de ingreso medio y bajo, afectados negativamente por la pandemia. A su vez, indicó que ese movimiento de tasas generará complicaciones especialmente entre los países con alto nivel de endeudamiento en dólares.

“La Fed está actuando responsablemente por la inflación en los Estados Unidos, y eso provoca una preocupación social. Hay un balance delicado entre combatir la inflación y proteger el crecimiento”, dijo la titular del FMI, quien agregó que esa decisión “trae consecuencias para Estados Unidos, pero también fuera, especialmente para los que tienen gran cantidad de deuda en dólares”.

El mensaje de Georgieva tiene también implicancias para la Argentina. Luego de concretar la reestructuración de su deuda con acreedores privados en 2020, el país actualmente continúa en negociaciones para reprogramar la deuda de US$44.000 millones producto del fallido programa stand-by que el FMI otorgó al gobierno de Mauricio Macri, en 2018, que se suman a compromisos pendientes con (entre otros) los países nucleados en el Club de Paris.

Con reservas líquidas casi en cero, el tiempo para evitar un default se acorta para la Argentina, que en marzo enfrenta un vencimiento de capital por alrededor de US$2800 millones con el organismo que lidera Georgieva.

La funcionaria búlgara expresó su preocupación por el impacto de la pandemia y el endurecimiento de la política monetaria de la Fed sobre los países de bajo nivel de ingresos con alto endeudamiento. En efecto, dijo que dos tercios de los países en este grupo están en situación de cesación de pagos o en riesgo de default.

Con respecto al nivel de actividad global, Georgieva dijo que espera que la recuperación pospandemia se mantenga este año, aunque indicó que “perderá algo de impulso”. “Este año es como ir navegando un camino con obstáculos”, dijo, en referencia a cuestiones como el endeudamiento de los países, el resurgimiento de la inflación y la continuidad de la pandemia de Covid-19.

En ese sentido, advirtió que el escenario exige “flexibilidad en las políticas” que tengan en cuenta las particularidades de cada país. “En 2020 tuvimos políticas similares en todos lados porque todos enfrentábamos el mismo problema: una economía frenada. En 2022, las condiciones en cada país son diferentes, así que no podemos tener la misma política en todos lados. Tiene que ser específico en cada país y eso hace que nuestro trabajo en 2022 sea mucho más complicado”, concluyó.

LA NACION