En la mira. Los registros, cuestionados por los costos de los trámites.
En este plan de achicar el Registro Automotor, algunas de las medidas ya están en vigencia, como la derogación, desde esta semana, de la cédula azul y la digitalización de la verde, pero otras esperan instrumentación y las precisiones quedan en un «limbo».
«Se cerrará el 40% de los Registros Automotores, comenzando por aquellos que llevan intervenidos más de 2 años, y luego se procederá con el cierre de los restantes intervenidos», había indicado ese ministerio.
El Ejecutivo nacional determinó que «se reducirá el 30% del personal de la Dirección de Registros Automotor, en el marco de un plan de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas».
El fin de la cédula azul, por el momento, es el punto más fuerte de lo concreto que se eliminó hasta ahora. Ese papel, conocido como “Cédula de Identificación para autorizado
a conducir”, permitía a la persona titular del vehículo a autorizar a otra a manejarlo.
Con el establecimiento del no vencimiento de las Cédulas de Identificación por el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023, la utilidad práctica de la cédula azul se desdibujó, lo que dio lugar a su derogación de hecho.
En cuanto a la cédula verde, a partir de ahora, se emitirá una cédula verde original en diversos trámites, que incluyen la inscripción Inicial, las transferencias, comunicaciones de recupero, cambios de radicación o domicilio.
Se expedirán en formato físico y digital, siendo la versión física disponible para su retiro en el legajo del dominio y la digital accesible a través del “Perfil Digital del Ciudadano” en la aplicación “Mi Argentina”. Algo clave: la cédula verde ahora no tendrá vencimiento.
Al igual que los originales, los duplicados de cédula se extenderán sin vencimiento, excepto cuando normas vigentes fijen un plazo. En este caso, la fecha de vencimiento será la oportunamente consignada en la cédula original.
Se eliminó también el Certificado de Transferencia Automotor (CETA) que obligaba a reportar la venta de un vehículo a la AFIP y se digitalizará «la totalidad de los legajos de los vehículos, en todos sus tipos, para constituir un registro digital único y completo, permitiendo la eliminación de los legajos físicos».
El Ministerio de Justicia detalló que están en «la segunda etapa de la auditoría, que tendrá por objetivo revisar el contrato general de administración de los Registros Automotor, acelerar la digitalización y transformación del proceso, y bajar fuertemente los costos de transferencias y/o patentamientos».
Los titulares de los registros seccionales, como se puntualizó en el texto oficial, se harán cargo del 100% de sus costos operativos, «adecuando su ingreso a la tarea efectivamente desempeñada y su productividad». El Ministerio de Justicia podrá controlar, en todo momento, la estructura de costos de los Encargados de Registros.
Más allá de estos avances, por ahora no hay novedades respecto del cierre de ese 40% de dependencias. La progresión hasta completar los recortes y eliminaciones previstas no tiene futuro preciso.
En tanto, los trabajadores de los Registros del Automotor de todo el país levantaron el paro que habían anunciado para el lunes próximo. Además, aclararon que conformaron una asociación que no tiene personería gremial, y que la mayoría de los empleados son afiliados al Sindicato de Comercio y a la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc).
Los trabajadores del sector habían advertido en redes sociales sobre la «crítica situación» en los registros y anunciaron la medida de fuerza que no llegó a concretarse.
«Los trabajadores registrales comunicamos que, vistas las circunstancias que amenazan nuestra fuente laboral, hemos decidido el cese de actividades registrales hasta tanto el Ministerio de Justicia convoque al diálogo a nuestros encargados», habían informado.
Los encargados de los Registros señalaron que sus ingresos no se actualizan «desde hace siete meses».(www.caraycecaonline.com.ar)